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Polémica

Un ex del Barcelona explica cómo le obligaron a hablar catalán: "No estás en España"

No entiende por qué tenía que hablar en catalán. "No pueden obligarme a hacer este tipo de cosas"

El Barcelona y el catalán Enric FontcubertaEFE

Emmanuel Petit, exfutbolista francés que jugó en el FC Barcelona en la temporada 2000-2001, ha sido siempre muy claro y directo al hablar de su breve y complicada experiencia en el club catalán. Sus declaraciones sobre su paso por el Barça han generado debate, especialmente por la cuestión lingüística y la convivencia en el vestuario. Petit no se ha guardado nada al recordar cómo fue su adaptación, tanto fuera como dentro del campo, y ha dejado constancia de que su estancia en Barcelona estuvo marcada por la incomodidad y la falta de integración.

En su biografía, el capítulo dedicado al Barcelona se titula de forma elocuente: "Barcelona, para mi desgracia". Petit describe un vestuario "podrido por los clanes". "Cuando entré por primera vez la mayoría ni me prestó atención, ni me saludaron. Había tres clanes: catalanes, holandeses y el resto. Adiós a la unidad"

"No estás en España"

Uno de los aspectos que más le impactó a Petit fue la insistencia en que aprendiera catalán en lugar de castellano. Según relata, "tan pronto como llegué al Barcelona la gente me decía: 'no intentes aprender castellano, tienes que aprender catalán'. Y yo les decía: '¿Estoy en España, ¿no?'. Y ellos respondían: 'No. Estás en Catalunya'". Esta respuesta le sorprendió y, aunque intentó adaptarse aprendiendo catalán lo más rápido posible, acabó harto de la situación: "Entiendo que se sientan identificados con eso, pero eso está muy cerca del racismo. Hablamos de fútbol, no de política ni religión", afirma con contundencia.

Para Petit, la presión por integrarse lingüísticamente en el contexto catalán fue excesiva y le resultó difícil de comprender, especialmente viniendo de fuera y esperando una adaptación más natural. "No me gustó nada la situación en el vestuario y luego esta manera constante de obligarme a hablar en catalán, aunque sé que seguro que hará saltar a los catalanes, pero el Barcelona sigue en España y yo en realidad no lo entendía", explica. La comparación que hace con la situación en Córcega es muy ilustrativa: "Es como si mañana hubiera firmado en Córcega, en un club corso y me hubieran dicho en cada entrevista, hablas en corso, no hablas en francés, ¿ves? Puedo entender las demandas de esta gente, pero en algún momento no podrán obligarme a vivir en un mundo libre, en un país libre y democrático. No puedes obligarme a hacer este tipo de cosas".

Soledad y falta de apoyo

Petit también ha relatado que su llegada al Barcelona estuvo marcada por la soledad. "Fue realmente muy complicado porque estaba solo, estaba solo todo el tiempo y no había casi nadie del club que viniera a verme, nadie que intentara averiguar si había manera de arreglar ciertas cosas o de mejorar en otras áreas". Esta falta de acompañamiento y de implicación por parte del club fue, según él, uno de los factores que dificultaron su adaptación y su rendimiento.

En el vestuario, la situación tampoco era la ideal. "No me gustó nada la situación en el vestuario", recuerda. El ambiente estaba lejos de ser acogedor y la integración, tanto por la barrera idiomática como por la falta de interés de sus compañeros, se le hizo cuesta arriba.

Clanes en el vestuario del Barcelona

En el plano deportivo y humano, Petit tampoco encontró el ambiente adecuado para triunfar. Llegó en un momento complicado, con un vestuario dividido y conflictos internos: "Llegué en un mal momento. Había una guerra en el vestuario entre jugadores catalanes y holandeses. Además teníamos de entrenador a Serra Ferrer, que no tenía la suficiente fuerza o carisma necesario para manejar el equipo, creo que no sabía ni en qué posición jugaba".