Diego y Sergio, enemigos íntimos

Apenas dos años lleva Diego Costa siendo un jugador importante en Primera División. Tiempo suficiente para que haya alcanzado un elevado grado de «intimidad» con Sergio Ramos. La agresividad del brasileño se ha encontrado siempre con la respuesta del central madridista, que no tiene el miedo entre su lista de defectos.

Su «amistad» nació cuando Diego jugaba cedido en el Rayo Vallecano hace dos temporadas. En los 16 partidos que disputó, terminó casi con tantas tarjetas, nueve, como goles, 10. El hispanobrasileño se quejó entonces de un codazo de Sergio Ramos. «Si es en el área contraria, habría acabado en penalti y expulsión, pero como era en el área del Madrid no lo van a pitar nunca», se lamentaba. «Los árbitros miran mucho el escudo, ellos han dado más patadas que nosotros

«Si me ven, me expulsan. Quizá lo del codazo sobraba y lo admito. Sé que levanto el codo, pero en ningún momento para ir a hacer daño. Eso que quede claro», se disculpó después el madridista. Diego Costa tampoco quiso después añadir más polémica. «Se pasó un poco, pero tampoco podemos recriminar de otra forma. Peleamos y las cosas del partido se quedan ahí».

Aquel día, los dos futbolistas terminaron con tarjeta amarilla y el Real Madrid ganó el encuentro (0-1) con de un gol de tacón de Cristiano Ronaldo, pero Diego Costa se prometió venganza en algún momento. En el resultado no la tuvo hasta la final de Copa de la temporada pasada, cuando el Atlético consiguió, por fin, derrotar al Real Madrid en el siglo XXI. Pero la pelea con Sergio Ramos se prolongó en el primer derbi de la pasada temporada. De pensamiento, palabra y obra.

Los dos futbolistas entraron en un duelo de escupitajos que sólo vieron las cámaras de televisión. Ni el árbitro ni casi nadie de los presentes en el estadio se dieron cuenta de la guerra que mantenían el central madridista y el delantero rojiblanco. Sólo las cámaras de Cuatro captaron el incidente. Y también cómo SergioRamos llamó «feo» a Diego Costa. Los dos futbolistas terminaron el encuentro sin recibir ninguna amonestación. Después, el defensa español, denunció los gestos de su rival. «Es un mal ejemplo. Hay que pensar en los niños», dijo. Aunque al finalizar el partido los dos jugadores se despidieron con un abrazo.

Diego Costa vivió otro incidente similar la temporada pasada con Amaya, el defensa del Betis, que fue expulsado por escupirle durante un partido. Pepe Mel, el técnico bético, resumió en la conferencia de prensa posterior el sentimiento de muchos de los jugadores y entrenadores que se enfrentan al delantero del Atlético: «A mí Diego Costa me parece un futbolista magnífico que me gustaría tener en mi equipo. El problema es si caes en las cosas que propone, pero no tenemos ningún problema con él».

Sergio Ramos tampoco parece tenerlo con el delantero. En Liga no han vuelto a encontrarse desde entonces. En la segunda vuelta, Mourinho prefirió reservarlo ante la cercanía de la semifinal de la Liga de Campeones contra el Borussia Dortmund y fue Nacho el que ocupó su lugar. Sí volvieron a verse en la final de Copa, donde el trabajo de Diego Costa y su gol, el primero de los rojiblancos, fueron decisivos para que el Atlético se llevara la victoria. No tuvieron ningún incidente aparte de los roces normales entre un defensa y un delantero tan incómodo como el hispanobrasileño. Hoy volverán a encontrarse.