Copa del Rey

Real Madrid

Once metros de distancia

Fran Garcia (Fuenlabrada) disputa un balón con Lucas Vázquez en el partido correspondiente a la Copa del Rey
Fran Garcia (Fuenlabrada) disputa un balón con Lucas Vázquez en el partido correspondiente a la Copa del Reylarazon

Jesús Vallejo debuta en partido oficial con el Real Madrid, en la ida de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Fuenlabrada, con Zinedine Zidane.

En la grada del Fuenlabrada leían la alineación del Real Madrid, con los nombres de Asensio, Lucas y Ceballos entre otros y decían: «Pues no está mal, no está nada mal». Algunos intentaban recordar si Zidane ya estuvo en ese pequeño estadio con el Castilla cuando entrenaba en Segunda B, como si eso diera ventaja al entrenador francés porque así conocía los secretos del conjunto local. Era una afición entusiasmada, que casi llenaba el estadio y que aprovechaba la cercanía del césped para hacer buenas fotos a los madridistas cuando lanzaban un saque de esquina.

Era un partido para disfrutar y la grada del Fernando Torres lo hizo. Incluso la indignación por recibir dos goles de penalti, el primer de ellos dudoso, fue moderada. Se lo tomó más a chufla. No era un día para el enfado, al revés, fue la ilusión lo que iluminó un partido sin ritmo, con muy poco juego hilado, más o menos como corresponde al primer encuentro de la Copa del Rey y que se decidió con dos goles de penalti y dos expulsados, un despropósito por el tono que tuvo el choque.

Zidane no sorprendió a nadie cuando dejó fuera a diez jugadores de la primera plantilla y saltó al campo con un equipo competente pero evidentemente, este sí, de suplentes. Tejero estaba en una banda y Achraf en la otra, mientras que Vallejo se estrenaba por fin en el centro de la defensa junto a Nacho. No fue un día especialmente ajetreado, pero el joven central, que estuvo bien, lo acabó mal, expulsado cuando el partido ya terminaba. El Fuenlabrada ya había avisado de que no se iba a echar atrás porque eso le condenaba al precipicio, pero el peso de la realidad, la evidente diferencia de talento fue empujándolo hacia su portería.

Pero le costó al Madrid llegar con claridad. Llorente pedía la pelota y era Ceballos quien hacía lo más interesante. Suena a futbolista potente el 24 blanco. Se volcó hacia la derecha el equipo, donde el voluntarismo de Lucas y Achraf tiraban del resto y por donde después se resolvería el duelo. Por el otro lado, Theo volvió a ser interior izquierdo, una posición en la que le gusta ponerle a Zidane, pero da la sensación de que desde ahí, con esa potencia que tiene, el campo se le queda pequeño. Él es un futbolista que necesita espacio para explotar en carrera. El caso es que el Madrid abandonó casi ese lado y se fijó en el otro, pero sus mejores ocasiones llegaron en segundas jugadas, en los rechaces que llegaban fuera del área a Marcos Llorente, quien en la primera mitad tuvo un gol, pero el balón dio al larguero,

El Fuenlabrada, con Cata Díaz atrás, estuvo muy ordenado y dejándose la vida durante esos primeros cuarenta y cinco minutos. Llegar al descanso sin recibir un tanto era un pequeña heroicidad, una meta volante de cierto valor sentimental. Y lo consiguió.

El objetivo era hacer lo mismo después, pero fue imposible. En una internada Achraf metió dentro del área una falta que fue fuera. Después de ese tanto, ya no había más partido ni más sueños que soñar.

- Ficha técnica:

0 - CF Fuenlabrada: Codina, Iribas, Cata Diaz, Armando, Fran García, Milla, Atienza, Dani Fernández (Portilla, m.46), Quero (Yaw, m.53), Hugo Fraile (Candela, m.72) y Dioni.

2 - Real Madrid: Casilla; Achraf (Franchu, m.81), Vallejo, Nacho, Tejero; Marcos Llorente, Ceballos, Lucas Vázquez, Theo; Marco Asensio y Borja Mayoral.

Goles: 0-1, m.62: Asensio de penalti. 0-2, m.80: Lucas Vázquez de penalti.

Árbitro: Iglesias Villanueva (colegio gallego). Amonestó a Fran y Milla por el Fuenlabrada. Expulsó a Paco Candela en el minuto 79 por doble amonestación y Vallejo por roja directa en el 89.

Incidencias: encuentro de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Fernando Torres ante 7.000 espectadores.