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Los números para llorar del Barcelona que le condenan en la Champions

El equipo azulgrana no ha rematado ni una vez entre los tres palos en los dos partidos que ha disputado

Luuk de Jong y Memphis Depay los dos delanteros del Barcelona que jugaron ante el Benfica sin rematar a puerta
Luuk de Jong y Memphis Depay los dos delanteros del Barcelona que jugaron ante el Benfica sin rematar a puertaArmando FrancaAP

Defiende Koeman sus decisiones con uñas y dientes. “Durante muchas fases del partido [contra el Benfica] creo que el planteamiento ha sido bueno”, señaló sobre su apuesta por jugar con tres centrales, y justificó el resultado en parte en la efectividad de uno y otro equipo. También dijo que “la culpa es del entrenador”; pero que había que mirar a los jugadores. Es cierto que el primer gol de los portugueses llega tras una cadena de errores individuales, no se puede achacar al planteamiento, pero es difícil marcar goles si no se remata a puerta. Y esa es justamente la estadística que saca los colores del Barcelona en esta Champions: ha disputado dos partidos, 180 minutos más los añadidos, y no ha sido capaz de hacer trabajar al portero rival ¡ninguna! vez. Cero remates a portería. Tan duro como real. Demasiado para un equipo que presume de jugar al ataque y de ir siempre a por el partido.

Los números a veces engañan, no en esta ocasión. Ese cero llama mucho la atención, pero en realidad lo mismo daría cero que uno o dos. Sí tuvo un par de buenas ocasiones el Barça en el estadio Da Luz, que dejaron en mal lugar a Luuk de Jong, fichado para eso, como cazagoles, pero que no ha caído de pie en el equipo. El bagaje sigue siendo muy pobre. Tampoco Depay, que sorprendió el día de su estreno, se ha destapado como un goleador y en su gran oportunidad en Lisboa estuvo lento, dio tiempo a que la defensa lo atrapara y chutó cruzado fuera. Es un buen jugador, pero más en el regate que en la definición: contra el Cádiz, por ejemplo, se sintió culpable del empate por haber desperdiciado una ocasión clarísima al final. Contra el Benfica, el equipo español disparó cinco veces fuera, y otros tres intentos fueron bloqueados por los rivales antes de llegar a su destino. Entre los palos, nada. Por contra, el conjunto luso remató en cinco ocasiones fuera, en seis a puerta, en una al palo y en otra fue taponado por los azulgrana.

 

La diferencia es importante, aunque no tanto como sucedió en el otro encuentro disputado de Champions, contra el Bayern. Los alemanes: siete intentos a portería, dos al poste, 6 fuera y cuatro bloqueados, mientras el Barça, en el Camp Nou ante los suyos, se quedó en un pobre 3 fuera y dos bloqueados.

Números así son difíciles de justificar. Koeman insiste en que el Barcelona hoy en día no está para competir con los grandes de Europa. No le falta razón, pero es que el Benfica, siendo un buen equipo, no es de los más poderosos del continente, y también le dio una paliza.

Lo que sí mantuvo el Barcelona contra el Benfica fue la posesión. Tuvo el balón el 59 por ciento del tiempo y la teoría dice que cuando tú tienes la pelota, es el rival el que corre detrás de ella, pero esta vez ese supuesto falló, porque, según las estadística que maneja la UEFA, los portugueses recorrieron 119,3 kilómetros, por 116,6 de los barcelonistas, dejando siempre la sensación de que todas las disputas y los balones divididos eran para ellos. Contra el Bayern, la posesión fue de 50-50, pero la diferencia de kilómetros fue abismal: 124,7 de los chicos de Nagelsmann por 109,8 de los de Koeman. No se trata sólo de correr mucho, se trata de hacerlo bien. El equipo alemán combinó ambas cosas.

Total, que pasadas dos jornadas el Barcelona está con cero puntos, seis goles en contra y ninguno a favor.