Análisis

El gran objetivo que le queda al Barça de Xavi para cerrar una mala temporada... ¿sin Pedri?

La eliminación de la Europa League es la primera gran decepción del nuevo técnico. El canario se lesionó y, a la espera de pruebas, no hay mucho optimismo

Xavi se queja de una acción en el partido contra el Eintracht
Xavi se queja de una acción en el partido contra el EintrachtAlejandro GarciaAgencia EFE

Cuando el Barcelona quedó fuera de la Champions en noviembre con el empate en el Camp Nou ante el Benfica ya estaba Xavi en el banquillo, pero acababa de llegar y no se le puede achacar nada. El «castigo» era jugar la Europa League, una competición extraña para un club del potencial del azulgrana, desmotivante, pero el técnico había convencido a sus futbolistas de que merecía la pena pelear por ella... Cuando llegó el golpetazo. El Eintracht fue mucho mejor lo eliminó en cuartos de final, y se cerró así la vía más factible de que los barcelonistas cerraran un mal año al menos con un título.

Y ahora ya sí se puede hablar del Barcelona de Xavi, porque ha tenido tiempo para explicar su idea y refuerzos en invierno para fortalecer la plantilla. «Es un fracaso», dijo rotundo Araujo en los micrófonos de Movistar, para dejar patentes las sensaciones del equipo. «La palabra fracaso no me gusta, yo no la contemplo, pero es una decepción grande. Y si es un fracaso que sirva para aprender», opinó Xavi, que reconoció que el Eintracht les había superado. Se repitieron los errores de la ida. El técnico había reconocido que después de ver el vídeo del partido de Alemania habían entendido cuál era el problema, pero tropezaron con la misma piedra.

Acabar el año levantando la Europa League y con la sensación de apretar y hacer temblar al Real Madrid era el plan perfecto de los azulgrana para lo que queda de una temporada que quien más, quien menos considera que es un poco de transición, pasado ya el trauma de la marcha de Messi y con las ilusiones renovadas por la llegada de un técnico de la casa como Xavi y de jugadores jóvenes como Pedri (ahora lesionado, a ver para cuánto, no pinta bien, el parte médico habla de unas molestias en los isquiotibiales, pero no hay optimismo por la lesión muscular y podría perderse lo que queda de campaña), Gavi o Ferran. Los resultados estaban saliendo. Llevaba el Barcelona sin perder desde el 20 de enero (en Copa, en la prórroga contra el Athletic Club) y con quince jornadas consecutivas de Liga sin ser derrotado, pero los síntomas de fatiga mental que empezaban a aparecer y que reconoció el propio entrenador se hicieron más que patentes contra el Eintracht.

La primera parte del plan barcelonista se vino abajo: no habrá título, salvo milagro. La segunda, la de acercarse al Real Madrid, se verá en breve. El equipo blanco no cede semana tras semana. Ahora está metido en la pelea de la Champions y eso le podría desgastar. Sus dos próximos compromisos son fuera de casa, contra el Sevilla y Osasuna, y si los supera ya tendrá la Liga atada y soñará con el doblete. Al Barcelona le queda poner el foco sólo en el campeonato de la regularidad, con tiempo para preparar cada jornada. Su objetivo principal no está conseguido. «El objetivo principal de este año es entrar en Champions», admitía Xavi. Lo que era mínimo, y que prácticamente se daba por hecho, antes de empezar hubo un momento en el que se vio peligrar. Ahora el Betis está cuatro puntos por detrás, y la Real Sociedad seis, aunque los azulgrana con un partido menos que ambos, pero ojo que tiene que jugar contra a los dos, y además a domicilio. También hay un duelo directo entre ellos esta noche. «Creo que vamos por el buen camino», insistió Xavi pese a la derrota. El calendario que le queda es: Cádiz (casa), R. Sociedad (fuera), Rayo (casa, el aplazado), Mallorca (c), Betis (f), Celta (c), Getafe (f) y Villarreal (c). Encadenar una serie de tropiezos ahora, y no digamos no lograr la plaza Champions, haría complicado el comienzo de la próxima temporada, que es donde realmente el Barcelona, con su técnico a la cabeza, ya no tendrá excusas para volver a pelear de tú a tú con los mejores.