FC Barcelona

La nueva realidad de Piqué

El central, titular indiscutible en el Barcelona desde 2008, empieza el curso teniendo que ganarse el puesto pese a ser una leyenda del club. Él acepta el desafío

Piqué, durante un entrenamiento del Barcelona en la gira por Estados Unidos
Piqué, durante un entrenamiento del Barcelona en la gira por Estados UnidosGiorgio VieraAgencia EFE

Algo que era fijo en el Barcelona desde la temporada 2008/09 va a cambiar en el curso que está a punto de comenzar. Durante todo este tiempo, no había dudas de que una de las dos plazas de central en el equipo titular iba a ser para Gerard Piqué. Primero lo hizo como aprendiz de Puyol y después pasó a ser él el líder de la zaga. Desde la retirada del mítico capitán en 2014 cada año se planteaba: ¿quién acompañará a Piqué? Primero lo hizo Mascherano y juntos ganaron otra Champions con Luis Enrique; después fueron alternando el argentino Mathieu y Vermaelen, hasta la llegada de Umtiti. Lo que parecía un dúo estable se rompió porque la rodilla del francés no aguantó y no quiso operarse y ahí sigue en el club sin querer salir y medio apartado. Entonces, ya con Valverde en el banquillo, al lado del canterano estuvo mucho tiempo Lenglet y con Koeman muchas veces se jugó con tres centrales y uno de ellos era Piqué, cuando estaba sano. Las lesiones también lo lastraron el año pasado, pero siempre que estuvo sano, a jugar, incluso se reservó para algunos duelos claves. Todavía no está recuperado del todo, pero aunque lo estuviera esta vez no parte con la ventaja de otras veces pese a ser una leyenda del club.

Una de las dudas que había con la llegada al banquillo azulgrana de Xavi es cómo trataría a quienes no hacía tanto habían sido sus compañeros: Sergi Roberto, Piqué, Jordi Alba y Busquets. El entrenador parece dispuesto ahora a tomar las decisiones que hagan falta y decidir en función de los méritos de cada uno. Piqué volvió a ser protagonista por temas extradeportivos, por sus conversaciones con el presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, por sus negocios... Siguió el lío a su alrededor y en «TV3» desvelaron una conversación entre el técnico y el defensa en la que Xavi le dijo al futbolista que quizá iba a perder protagonismo y el éste le respondió que se centraría en el fútbol, y lanzó un desafío: «Aunque fiches al mejor central del mundo seré titular». No es la primera vez que el catalán se ve en una situación así. En la pretemporada de 2014 Gerard confesó que en ese momento «ya no» estaba «entre los mejores centrales del mundo», que no lo había sido ni en la Liga ni en el Mundial de Brasil, de infausto recuerdo para España, y que se recuperaría porque para jugar en el Barcelona tenías que «estar entre los tres mejores». Logró volver a ser el de antes.

La edad, el físico, la competencia...

La tarea ahora parece más complicada por su edad, 35 años, por los problemas físicos que arrastra del curso pasado y que le han hecho tener sesiones extra para intentar ponerse al cien por cien, y por la competencia. No ha sido titular en ninguno de los cuatro partidos de la gira por EE UU y todo apunta a que no lo será en el estreno de Liga contra el Rayo, donde repetirán los que han salido de inicio en todos los encuentros: Eric García y Christensen.

El primero podría decirse que es una de las sorpresas de la pretemporada. Muchas veces ha estado en el centro de las críticas, pero sus entrenadores, Xavi en el Barça y Luis Enrique en la selección, han demostrado que cuentan con él. Ha estado fino estos partidos y parece haber ganado algo de terreno a Araujo, que debía ser el central del futuro, el nuevo Puyol por su garra y su capacidad defensiva, seguramente el que la tiene más desarrollada entre todos los jugadores de la plantilla. El club hizo un esfuerzo para renovar a Araujo y Xavi lo ha probado también como lateral derecho, posición en la que, de momento, la entidad no se ha reforzado, aunque quiere a Azpilicueta.

Christensen es uno de los fichajes y después de la gira ha llegado el otro: Jules Koundé. Los 50 millones pagados por él le dan caché de estrella y en cuanto pase su periodo de adaptación, si su rendimiento es el que ofreció en el Sevilla, va a ser uno de los titulares.

Contra todo esto se «enfrentará» Piqué en el que es quizá uno de los grandes desafíos de su carrera. La nómina podría ampliarse con Iñigo Martínez, pero el Barça no va a hacer una locura por un jugador que cumple contrato en el verano de 2023, además teniendo los puestos cubiertos. Piqué empieza de cero y si no recupera su nivel tendrá que asumir un papel secundario, de líder de vestuario, como ya tuvo que hacer el ahora entrenador, Xavi, en su última temporada como futbolista. Rakitic le quitó el puesto en el once, pero Xavi aportó y cuando finalizó el curso supo dar un paso a un lado.