Fútbol
El difícil relevo de Busquets en el Barcelona
El capitán, en horas bajas, descansará ante el Villarreal. De Jong tiene una oportunidad para reivindicarse
No pierde la fe ni el buen humor Xavi. «La gente me hace así por la calle», dice mientras levanta el brazo con el puño cerrado, algo parecido al gesto de «¡vamos!» que tanto utiliza Rafa Nadal. «Tengo el móvil que parece que se me ha muerto un familiar, pero yo no he perdido la alegría y la ilusión», explica el entrenador. La semana pasada fue terrible para él y para el Barcelona: la derrota en el Bernabéu solo supuso la puntilla al todavía más doloroso empate contra el Inter en el Camp Nou que prácticamente les hace decir adiós a la Champions. Pero el técnico no se baja del planteamiento del comienzo del curso: «Tenemos un equipo para conseguir éxitos y títulos. El club ha hecho un enorme esfuerzo». Repitió varias veces que el objetivo es ganar títulos, que en el Barça «no hay años de transición». Y si no se logran asume que llegará otro entrenador. «Es el Barça, la exigencia es máxima», reconoce. «Es el fútbol», insiste, una frase esta última que repite casi en cada conferencia de prensa. Los tropiezos no le hacen replantearse su idea de juego, pero sí habrá cambio de piezas ante el Villarreal para refrescar el equipo y buscar una reacción.
El futbolista que más tocado salió del Clásico fue Busquets, intocable durante la última década, un jugador que refleja perfectamente lo que se denomina estilo Barça, y que ha fallado en los últimos partidos. Tan marcada tiene esa forma de jugar que es difícil encontrarle un sustituto. Ante el Inter (pérdida de balón clave) y el Real Madrid (no hizo falta a Kroos) terminó jugando ahí Frenkie de Jong. También cuando el veterano medio fue baja en San Sebastián ante la Real, partido que los azulgrana vencieron por 1-4, pero en el que el neerlandés sufrió en esa posición de pivote. «De la manera que jugamos veo a Frenkie más de interior, pero le he visto también cómodo de mediocentro defensivo, porque crea superioridades numéricas con conducciones; defensivamente se ajusta bien entre centrales, hace la línea de tres para progresar, tiene el fútbol de cara...», analizó el técnico. El futbolista al que se le buscó una salida por todos los medios en el pasado mercado de verano, pero más por una cuestión económica que futbolística, tiene la oportunidad por fin de reivindicarse de verdad después de tres temporadas y lo que se lleva de ésta en las que no ha explotado o ha estado por debajo de las expectativas. Con 25 años, puede formar un centro del campo junto con Pedri (20 dentro de un mes) y Gavi (18) muy joven, en el que la intensidad no debería ser un problema ni una excusa. Las otras opciones que maneja el técnico para hacer de Busquets son «Kessié o poner a un central de mediocentro». «Pero esta no sería la mejor solución» admite. Los sustitutos más naturales que tenía en verano se marcharon: Pjanic, que se fue a los Emiratos Árabes; y Nico, cedido al Valencia en busca de minutos para crecer y le está costando ser titular, aunque ha participado en todas las jornadas de Liga menos en una.
Xavi defendió a Busquets en estos momentos bajos para él. «Cuando pierdes, todos quedamos expuestos. Para mí no cambia nada con Busquets. Sigue siendo muy importante. Habrá partidos que no juegue, pero Busi siempre suma, en el engranaje del equipo y como capitán», continúa el preparador catalán, convencido de que saldrán adelante y de que la temporada es muy larga.
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