Manchester City

Mánchester es azul

El City de Guardiola conquista Old Trafford en su primer duelo con Mourinho en Inglaterra gracias a una exhibición en la primera mitad

Los entrenadores se saludan antes del derbi
Los entrenadores se saludan antes del derbilarazon

El City de Guardiola conquista Old Trafford en su primer duelo con Mourinho en Inglaterra gracias a una exhibición en la primera mitad

Cuando el City sólo tenía dinero, Ferguson bautizó a los «citizens» como los «vecinos ruidosos». El United que había edificado Sir Alex estaba, en todo, por encima del otro equipo de Mánchester, que sólo era una pequeña molestia sin importancia para los de Old Trafford. Ferguson se jubiló y su herencia se esfumó pronto, mientras en el otro lado de la ciudad se empezaba a crecer. Las cosas han cambiado y ahora mismo Mánchester es azul y son los «red devils» los que se sienten por debajo y con la necesidad de reinventarse lo antes posible. En estos nuevos tiempos las caras de la rivalidad son Mourinho y Guardiola, que ayer se enfrentaron por primera vez en la Premier. Ganó Pep, que invadió con su idea de fútbol el Teatro de los Sueños. Su City se parece más a lo que él quiere que el United a Mou. Quizá por eso la primera mitad fue un baño de juego de los visitantes, que abusaron de la posesión, impusieron el ritmo y tuvieron ocasiones para sentenciar el encuentro. Por las manos de Bravo, blandas en una salida en falso que permitió un gran remate de Ibrahimovic, se escapó el United de la humillación y se dio la oportunidad de luchar en la segunda parte por rescatar un punto. Hasta la indecisión entre el guardameta chileno y Stones, los de Mourinho estaban contra las cuerdas, sin manera de evitar los golpes.

Mandaba la zurda de Silva y ejecutaba De Bruyne, que abrió el marcador culminando una jugada más de Mourinho que de Guardiola. Balón largo, prolongación de cabeza y mano a mano con el portero. Más propio del «tac tac» del portugués que del tiquitaca que le gusta a Pep. Sí tuvo más su esencia el segundo, que remachó Iheanacho tras un regalo del poste. Se derrumbaba el United de Mourinho, al que le quedan todavía muchas horas de horno para ser apetecible. Tiene a los dos fichajes más flamantes del verano (Pogba e Ibrahimovic), pero no bastó el genial recurso del sueco en el 1-2, que hizo pagar a Bravo su desliz. «Ha hecho una de las mejores actuaciones que nunca vi a un portero. Él ha tenido mucha culpa de que jugáramos tan bien en la primera parte», le defendía Guardiola, contento con la personalidad con la que reaccionó su portero. «No puedes pensar en venir a Old Trafford y dominar los noventa minutos. Esto es imposible», continuaba el ex del Bayern, que volvió a ganar a Mourinho y domina en el pulso de entrenadores que es ahora el fútbol en la ciudad de Mánchester. También quiso el técnico destacar a Otamendi, fantástico en la salida del balón. «Todos creen que es un tipo fuerte y que juega duro, pero hoy ha demostrado que es más cosas, y ha dado una lección con la pelota en los pies».