
Liga de Naciones
Países Bajos - España | De la Fuente regresa al lugar donde empezó a ganar
España regresa al estadio donde ganó la Liga de Naciones hace dos años, el primero de Luis de la Fuente en el banquillo de la selección absoluta

Dicen algunos que no hay que regresar al lugar donde uno fue feliz. Lo canta Joaquín Sabina en «Peces de Ciudad», «que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver». «Nada hay más inhabitable que un lugar en el que hemos sido felices», escribió muchos años antes Cesare Pavese en «La Playa».
España vuelve hoy al lugar donde empezó todo para la actual selección campeona de Europa. En el estadio De Kuip, La Bañera en neerlandés, aunque su nombre oficial sea Feyenoord Stadion, la Roja ganó la Liga de Naciones hace dos años a Croacia en los penaltis. Fue aquella la confirmación de que España tenía equipo para pelear por otros grandes títulos, como demostró en la Eurocopa.
Pero sobre todo fue la confirmación de que Luis de la Fuente era el técnico adecuado para dirigir a la Roja. Conocía mejor que nadie las categorías inferiores de la selección, donde había dirigido a muchos de los internacionales que dejaba Luis Enrique y había afirmado que se sentía preparado para asumir el mando de la absoluta mucho antes de que le llegara, cuando tuvo que dirigir a la selección en un amistoso antes de la Eurocopa de 2021 por el protocolo sanitario, que obligaba al aislamiento de los internacionales y de Luis Enrique por el positivo en Covid de Busquets.
Todo ello voló por los aires con la derrota en su segundo partido como seleccionador contra Escocia. El partido pertenecía a la fase de clasificación para la Eurocopa que España acabó ganando, pero el volcánico Luis Rubiales, que todavía no había besado a Jenni Hermoso, empezó a dudar de que fuera el mejor sustituto para Luis Enrique. Cada partido era un examen para él hasta que el 18 de junio de 2023 un penalti a lo Panenka de Carvajal le diera a España el título de la Liga de Naciones que dos años con Luis Enrique en el banquillo le había quitado Francia.
España volvía a ganar un título 11 años después y De la Fuente ganaba su primer trofeo en el primer intento. Ahora ya son dos de dos, pero el seleccionador no cree que haya cambiado nada en este tiempo. «Hay que ganar estos dos partidos, pasar la eliminatoria que es muy difícil ante un grandísimo rival, uno de los mejores de Europa», dice el seleccionador, que se marca las obligaciones antes de reflexionar sobre lo que queda de aquel seleccionador que ganaba en Rotterdam su primer título con la absoluta. «Queda todo, el Luis de la Fuente que se ha construido sobre esa base y unos principios y unos valores que me han llevado hasta aquí», dice. «Es el momento en que empieza a construir una imagen de seleccionador, pero sigue siendo el mismo de ese momento y de siempre, el que se viste por los pies siempre y lo estoy haciendo», añadía ayer el técnico español.
Algo sí ha cambiado en este camino. El cuerpo técnico que lo acompaña, por ejemplo. Pablo Amo, que estaba con él desde el principio, ha abandonado la Federación para comenzar su carrera como primer entrenador en Oriente Medio. «Que se ha casado, ya era hora», comentaba con humor el seleccionador. «He hablado con él, somos más que amigos y estamos felices de que él esté feliz. Sabe que pienso que ahora tenemos todavía mejor cuerpo técnico que entonces», asegura. Después de la marcha de Amo reestructuró el cuerpo técnico. Juanjo, antiguo portero del Sporting, que era el analista, pasó a ser el segundo entrenador y Alberto De la Fuente, el hijo del seleccionador, ocupó el puesto de analista. «Hemos mejorado todos, hemos aprendido mucho. Juanjo y yo nos incorporamos juntos a la casa, lleva todo el tiempo conmigo y ha hecho de todo: analista, scouting... Y Alberto lo ha hecho brillantemente en las inferiores y con la sub’21, con la que ha sido campeón olímpico», explica Luis de la Fuente.
Otras cosas no cambian, como la polémica por la presunta renuncia de Iñigo Martíneza la selección. «Hay un parte médico de lesión del jugador y el jugador no viene», argumenta el seleccionador, que recuerda que ya sucedió lo mismo con Cubarsí y nadie se planteó que hubiera nada extraño. «Yo hablé con Iñigo cuando tuve que hablar, pero por supuesto que nos vale el parte médico, joder», dijo el seleccionador ayer, que se olvidó de la corrección por un momento para soltar un taco. «Había un parte médico de Cubarsí exactamente igual y nadie dijo nada, un parte médico de que el jugador no estaba en buenas condiciones. Tenemos buenas relaciones con todos los cuerpos médicos y pensamos en la salud del futbolista y por eso decidimos que no venía», afirma el técnico de España.
Polémicas que siempre han rodeado a la selección desde los tiempos en que se cuestionaba el color de las medias de Arconada, pero que resultan más extrañas cuando la selección gana. España es ahora campeona de la Liga de Naciones y de la Eurocopa y hoy comienza el camino para defender el primero de los dos títulos. No están Dani Carvajal, el autor del gol decisivo, ni Rodri, la referencia de la selección, ambos lesionados de larga duración, pero el seleccionador nacional es el mismo. El que Luis Rubiales discutía por una prematura derrota contra Escocia.
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