Prohibido fichar en 2015

El TAS desestimó el recurso del Barcelona y Luis Enrique no podrá contar con refuerzos hasta 2016.

En un año en el que el día a día del Barça ha estado marcado más por lo que sucedía fuera que dentro del terreno de juego, el culebrón del «caso Masía» ha terminado como preveían en el club azulgrana: de la peor manera posible para sus intereses. El club no podrá acudir al mercado hasta 2016 por vulnerar la normativa en materia de fichajes de menores de edad. Luis Enrique tendrá que apañarse con la plantilla actual porque el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha desestimado el recurso presentado por el club contra la sanción que le impuso la FIFA y que le impide fichar durante los mercados de invierno y verano de 2015. El TAS ha ratificado también la sanción económica de 370.000 euros.

El conflicto llegó a la FIFA hace casi dos años a raíz de una denuncia anónima sobre la situación de uno de los futbolistas coreanos de la cantera azulgrana. Las sospechas muy pronto se ampliaron y el máximo organismo del fútbol mundial comenzó a reclamar información adicional sobre más de medio centenar de canteranos. El castigo terminó concretándose en abril de 2014 por la situación irregular de nueve futbolistas. Los trámites procesales prolongaron el conflicto hasta que en agosto la FIFA comunicó la sanción al Barça y ayer se ratificó.

La situación en la que ha quedado el club resulta tan contradictoria como ha sido su posición en todo el caso. De la indignación, con pancarta incluida en el Camp Nou en el partido ante el Betis («La Masía no se toca» se pasó al reconocimiento de «algún pequeño error» por parte del presidente en la gestión del fútbol base. En medio, Bartomeu y su junta también vieron una mano negra que quería ir contra la entidad. El caso se cobró las «cabezas» de dos ejecutivos del club, Albert Puig y Guillermo Amor. Entre la junta actual el más tocado es Andoni Zubizarreta, el director deportivo de la entidad. Pero puede ir más allá. Las encuestas que se manejan en el club apuntan que la mayoría de socios desea que Bartomeu convoque elecciones para el próximo verano y que no agote su mandato hasta 2016. «Ya no podemos aguantar el discurso de que La Masía no se toca. Se han cometido errores administrativos. Lo hemos hecho mal y debe de haber consecuencias. A pesar de que creemos que esto no afecta a nuestro plan estratégico porque fichamos el verano pasado, debe de haber más consecuencias que echar a Albert Puig o Guillermo Amor», ha afirmado un directivo azulgrana a Efe.

El presidente, que efectuó una comparecencia en los medios oficiales del club, clamó contra la decisión: «Se ha cometido una gran injusticia para el Barça, para todos los niños y las familias afectadas por esta resolución, para todos los socios de nuestro club y también para el mundo del fútbol en general. Es una sanción que está fuera de la lógica deportiva».

El club no se va a quedar parado y está dispuesto a ir a la guerra contra la FIFA. Se está sopesando acudir al Tribunal Federal Suizo porque considera que la sanción es «desproporcionada». «Anuncio que desde hoy mismo el Barça, conmigo al frente, luchará para cambiar esta norma para mejorarla», aseguró Bartomeu.

El presidente, en su mensaje institucional, afirmó ser «optimista» y lo argumentó así: «Contamos con una cantera de garantías suficientes para cubrir las necesidades del primer equipo. Y hay que tener en cuenta que los refuerzos que hicimos en verano, en previsión de lo que ha acabado sucediendo, nos permitirán seguir aspirando a todo en las competiciones que participamos hasta que cumplamos la sanción». El caso es que el Barça seguirá siendo el mismo que ahora en 2015 y casos como el de Montoya, que iba a abandonar el club, quedan paralizados.