Octavos de final
Ricardo Rodríguez, jugador de Suiza: un cura, una Virgen y el fútbol en el nombre de la madre
Nada más nacer fue operado a vida o muerte. En el brazo derecho lleva tatuada a su madre, que falleció de cáncer en 2015. Pudo haber jugado con Chile y España. Lo hace por Suiza, que desafía a Italia
Ricardo Rodríguez no recuerda el momento más importante y complicado de su vida, que fue justo cuando llegó al mundo. Cuando su madre, Marcela, llevaba ocho meses de embarazo, los médicos detectaron que el bebé tenía una hernia diafragmática congénita. Si no se lo hubieran detectado, hubiera muerto al nacer, pero al cogerlo a tiempo había posibilidades. Nació el 25 de agosto de 1992 y directamente fue al quirófano. "Los órganos abdominales de Rici, como el estómago, el bazo, el hígado y los intestinos, se habían trasladado a su pecho a través de un espacio en su diafragma. Si hubiera nacido con esta enfermedad diez años antes, no habría sido posible salvarlo", dijo Marcela en el medio suizo "Blick", donde relató esos momentos de angustia.
Un cura y una virgen
El porcentaje que tenía de sobrevivir era del cincuenta por ciento. Los médicos incluso llamaron a un cura, pero el abuelo lo echó de la habitación argumentando que su nieto era muy fuerte. Mientras, el tío puso un retrato de la Virgen en la cama... "Y María hizo un buen trabajo", afirmaba Marcela en la misma entrevista. El pequeño salió adelante y, aunque los primeros años de su vida tenía que ir a revisión cada seis meses y no podía casi ni resfriarse, él asegura que hizo «lo mismo que los demás niños». Es más, ha reconocido que incluso era el típico chaval que daba problemas a sus padres porque siempre se estaba metiendo en peleas.
Cuando Marcela explicó todo esto era 2011. En 2015, falleció de un cáncer. Ahora está incrustada para siempre en la piel de Ricardo, que decidió tatuarse en el brazo derecho una imagen de su madre de una vez que fue a verlo, sentada en la grada de un estadio de fútbol. Durante mucho tiempo jugó con el 68 a la espalda, el año en el que nació Marcela.
Porque contra pronóstico, Ricardo se hizo futbolista, lo mismo que sus dos hermanos: el mayor, Roberto (33 años); y el pequeño, Francisco (28), que sigue en la liga suiza. Pero el que mejor carrera ha hecho ha sido él.
Suiza, España, Chile
Los tres nacieron en Zúrich, pero Marcela era chilena y José, el padre, es español, de ahí sus habituales visitas a Galicia para ver a la familia. Ricardo creció apoyando al Valencia y al Barcelona y como defensa se fijaba en Puyol. Durante algún campeonato, llevó en las botas las banderas de Chile y España, aunque él juega por Suiza, pese a ser tentado (junto a sus dos hermanos) por Sampaoli para vestir la camiseta del país suramericano. Es una leyenda de la selección helvética, con la que lleva 118 internacionalidades (9 goles). Ha jugado tres Mundiales (2014, 2018 y 2022) y esta es su tercera Eurocopa, en la que ha disputado hasta ahora todos los partidos completos, incluido el 1-1 contra Alemania. Se enfrentan en octavos a Italia. En la anterior, en 2021, dieron la sorpresa eliminando en octavos a Francia, en los penaltis; para después caer en cuartos, también en la tanda, ante la España de Luis Enrique. Ya en las categorías inferiores se proclamó campeón del mundo sub’17 en 2009, además marcando tres goles, en un equipo en el que también estaba Xhaka, el líder ahora de la absoluta y su gran amigo, con el que comparte siempre habitación.
Buscando equipo
Su trayectoria en clubes le llevó del Zúrich a Alemania (Wolfsburgo), Italia (Milan y Torino) y Países Bajos (PSV). Su último club ha sido el Torino, del que era el capitán y con el que acaba de cumplir contrato. El Sevilla ha sido uno de los interesados en contratar a este gran lateral izquierdo.
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