Cargando...

Champions League

Thierry Henry cuestiona el modelo de juego de Flick en el Barça

La profundidad del banquillo del PSG, personificada en un Gonçalo Ramos de récord, condenaron en Montjuïc a un Barcelona que se desinfló en la segunda mitad

Thierry Henry en su etapa como seleccionador olímpico francés ASSOCIATED PRESSAP

Hay una máxima en el fútbol moderno, casi un dogma de fe para quienes aspiran a levantar la Liga de Campeones, que Thierry Henry resumió con la simpleza de lo evidente: para ganar esta competición es imprescindible tener un banquillo capaz de cambiar partidos. Y el reciente asalto del París Saint-Germain a Montjuïc bien podría servir como el ejemplo perfecto para ilustrar esta teoría, demostrando que la importancia de un buen banquillo va mucho más allá de las alineaciones de gala.

Client Challenge

De hecho, el conjunto parisino se plantó en Barcelona con una delantera de circunstancias. Las importantes ausencias en ataque de figuras como Dembélé, Doué o Kvaratskhelia obligaron a su técnico a buscar soluciones donde a menudo se olvida mirar: en casa. Lejos de lamentarse, el PSG tiró de fondo de armario y, sobre todo, de cantera para completar una convocatoria que acabó siendo decisiva.

Ante esta situación, la apuesta por la cantera dio sus frutos casi de inmediato. El joven Senny Mayulu no solo fue titular, sino que además se encargó de firmar el gol del empate para los franceses. Junto a él, otro producto de la factoría parisina, Ibrahim Mbaye, también dispuso de minutos, evidenciando una política de confianza en los jóvenes que no siempre ha sido la norma en el club.

La respuesta desde el banquillo que el Barça no encontró

La resolución del choque, ya en sus últimos compases, llegó precisamente de la mano de un hombre de refresco. Una precisa asistencia de Hakimi encontró en el área a Gonçalo Ramos, que había saltado al césped desde el banquillo para revolucionar el encuentro. El delantero portugués no perdonó y decantó la balanza del lado de su equipo.

Además, este gol no fue uno más en la cuenta particular del ariete luso. Con ese tanto, Ramos se convirtió en el máximo artillero histórico del PSG saliendo como suplente, alcanzando la notable cifra de 17 goles en ese rol de revulsivo. Un dato que subraya el valor estratégico de contar con piezas determinantes más allá de los once elegidos para empezar el partido.

Por el contrario, el Barcelona fue la antítesis de la eficacia francesa. El ataque azulgrana, que había competido con solvencia durante la primera mitad, se fue deshaciendo con el paso de los minutos en la segunda. El equipo catalán acusó una clara falta de revulsivos en su banquillo, realizando un único cambio ofensivo en todo el encuentro, una diferencia táctica que, a la postre, le costó la victoria.

Además, Thierry Henry fue más allá en su análisis y apuntó directamente al planteamiento táctico de Hansi Flick. El exdelantero francés criticó especialmente la defensa adelantada del técnico alemán, advirtiendo que, en sus propias palabras, “así no se puede ganar la Champions con una línea defensiva tan alta”. También cuestionó la rigidez del entrenador culé, asegurando que “no puede ser tan terco y negarse a cambiar algo que claramente no está funcionando”.