Fútbol

Un futbolista sorprende con su lectura en el autobús: un libro de ETA

Un equipo del fútbol español publica un vídeo de lo que hacen los jugadores durante su viaje en autobús

Un agente de policía que precedía en moto al autobús del equipo alemán de fútbol Borussia Dortmund cuando estallaron tres artefactos sufrió un trauma en la explosión.
Los futbolistas tienen muchos tiempos muertoslarazon

Durante un reciente desplazamiento del CD Mirandés, mientras el autobús avanzaba por la carretera, los futbolistas se grabaron en un vídeo de lo que hacían en esos tiempos muertos. Al fondo jugaban a juegos para pasar el rato, pero unas filas delante, un par de futbolistas leían. Uno, un libro sobre la historia del fútbol, pero otro llamó la atención porque lo que leía era un libro sobre ETA: "Crónica de 30 años en primera línea: ETA, Euskadi y el mundo" del periodista Fidel Raso.

Así, en medio del murmullo de cascos y juegos, él leía con atención un volumen que abordaba el historial de la banda terrorista que durante décadas marcó a sangre y fuego la historia reciente de España.

La escena contrasta con la imagen habitual de los futbolistas en sus momentos de descanso. En los trayectos, entre partidos, entrenamientos o concentraciones, abundan los ratos muertos que los jugadores intentan pasar del mejor modo que pueden. Algunos aprovechan para dormir, otros para reírse con vídeos virales, seguir series en streaming o echar partidas online. Pero de vez en cuando, hay quienes se refugian en un libro. No son muchos por cierto. Sorprende, además, porque, en este caso, un título sobre uno de los episodios más duros y complejos del país.

El gesto no pasó desapercibido. No porque el futbolista buscara atención , sino porque resulta raro ver a alguien joven adentrarse en un tema que muchos de su generación apenas conocen. ETA dejó de matar en 2011, anunció su disolución en 2018, y desde entonces su sombra ha quedado difusa para muchos que no vivieron los años más cruentos. Para los nacidos a partir de los 2000, la banda terrorista es un capítulo ajeno, distante, casi de libro de historia, si es que alguna vez se trata en las aulas.

Por eso sorprende y reconforta ver a alguien interesado en entender lo que pasó, más allá de titulares o menciones fugaces. ETA no es solo una sigla. Fueron asesinatos, extorsiones, miedo, escoltas, cartas bomba, silencios y fracturas. Fue una amenaza persistente durante más de medio siglo. Y, sin embargo, hoy muchas personas jóvenes apenas podrían explicar qué fue, por qué surgió o cómo terminó. El olvido no siempre es inocente; a veces es síntoma de una memoria colectiva que se desvanece demasiado rápido.

Que un jugador profesional se detenga a leer sobre ETA en un viaje de equipo habla de inquietud, de curiosidad, de querer saber más allá del presente inmediato. Y quizás también de una necesidad generacional de reconstruir la memoria, aunque sea a título personal.