Segunda etapa
«Gracias por ser subnormal», el mensaje de Ayuso a los independentistas que tiraron chinchetas en la carretera
Varios ciclistas, entre ellos Evenepoel y el corredor español del UAE sufrieron pinchazos por los clavos con los que un grupo de independentistas regó la segunda etapa de la Vuelta
«Alguien ha decidido poner unos clavos antes de una curva. Quiero darle las gracias por ser subnormal y le deseo lo mismo que él a nosotros. Le deseo lo peor», aseguraba el ciclista español Juan Ayuso en el micrófono de la cadena Cope después de finalizar una accidentada segunda etapa de la Vuelta con final en Barcelona.
«Ha sido un poco caótico. He pinchado tres veces, una de las veces es porque alguien ha decidido poner clavos en la carretera. Muchas gracias a esa persona por poner clavos para matarnos», aseguraba después ante las cámaras de Televisión Española.
Ayuso no fue el único en sufrir los pinchazos por culpa de los artefactos con los que decidió regar la carretera un grupo de independentistas en el descenso del puerto de Estenalles. Eran clavos pinchados en un taco de pared para que les hiciera de base y asegurar que pinchaba las ruedas al paso de los ciclistas y que afectaron también a otros corredores destacados, como Remco Evenepoel y Geraint Thomas. Algo parecido se vivió ya en el Tour a su paso por el País Vasco. «Gracias por esta clase. Sepan que con sus gilipolleces nos podemos caer y lastimarnos mucho…», decía en sus redes sociales el ciclista francés Lilian Calmejane. Unas palabras que acompañaba de un vídeo en el que se apreciaban las chinchetas clavadas en sus ruedas.
El incidente de los clavos sobre el asfalto no ha sido el único que ha vivido la segunda etapa de la Vuelta, que tuvo un final extraño después de que los ciclistas convencieran a la organización de que no se debía esperar a la llegada para tomar los tiempos válidos para la clasificación general. Primero se estableció que fuera a 3,6 kilómetros para el final. Después, a nueve, antes de comenzar la subida al castillo de Montjuïc.
«Se ha ido despacio, había mucha tensión por el agua. Se iba con mucha precaución, pero a la vez rápido por querer estar delante», explicaba Ayuso, que lanzó un duro ataque a la organización de la carrera. «A diferencia de ayer, que fue un desastre por la organización. hoy creo que han tomado la decisión adecuada en una carretera como esta que desliza a la mínima y es una pista de patinaje. Hubiera sido realmente peligroso y nadie quiere irse a casa en el primer día de carrera», añadía.
Enric Mas reconoció que antes de la etapa Jonas Vingegaard había ido a verle para acordar lo que sucedió en el final de la carrera, cuando los favoritos se tomaron la etapa como un paseo. No querían correr riesgos y su idea se afianzó después de la caída que sufrió Primoz Roglic en una rotonda.
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