La nueva España de Julen

Aire fresco para La Roja

Ilusión es el mensaje, aire fresco a una idea de juego consolidada. Para Lopetegui los argumentos son innegociables. Inteligente su decisión. No inventar. De Gea representa la continuidad y el relevo del mito. La pareja de centrales es «única». Son un seguro de vida. Salida de balón con precisión. Los laterales son clave para la propuesta de juego, sus recorridos y conquistas nos dan una enorme riqueza. La sala de máquinas es la columna vertebral. Y Busquets, el guía en la distribución. El resto, talento, desequilibrio, atrevimiento, el fútbol. ¿El lujazo? Que Iniesta estaba en casa. ¿La esperanza? Thiago, Koke, Vitolo, Saúl, Asensio e Isco ¿sin sitio? Vaya nivel. ¿El gol? La asignatura pendiente.

Con o sin Diego Costa

En el combate por el puesto de delantero, Morata lleva ventaja. Su repertorio de movimientos tácticos da soluciones al juego combinativo y la opción de la sorpresa (incorporación de segunda línea). No es un «killer» puro y duro, su cualidad de goleador se diluye en zona caliente. En la otra esquina del ring está Diego Costa. Sencillo, torpe, escaso de recursos tácticos convencionales. Es a veces tan desesperante como imprescindible. Pero se trata de un fajador, en el área es caliente, va a todas. Todavía tiene crédito dentro de la «versión jugones». Además, entre ellos, siempre existe la figura del «tronco». El míster apuesta y cree, los demás seguimos esperando. Diego decide.