Becas Podium

María Vicente: "Hay que disfrutar más los buenos momentos"

La atleta, campeona de todo en categorías inferiores, busca dar el gran salto entre los Mundiales de Budapest y en el heptatlón de los Juegos de París

María Vicente, en pleno triple salto
María Vicente, en pleno triple saltom.v.

Hace apenas dos semanas María Vicente (28-3-2001, Hospitalet de Llobregat) se proclamaba campeona de Europa sub’23 de triple salto. ¿El capricho que se dio? «Cuando llegué a Donosti estaba todo cerrado y no tenía nada en casa así que me fui a un McAuto», relata. El oro en Espoo (Finlandia) fue la culminación de una trayectoria en las categorías inferiores plagada de medallas, títulos y récords en pruebas combinadas. Este fin de semana compite en triple salto y longitud en los Campeonatos de España con la mirada puesta en los inminentes Mundiales de Budapest. «A mi lo que me gusta son las combinadas y ese es mi futuro, pero es verdad que este año me he dedicado más a los saltos horizontales porque no me ha dado tiempo a preparar la combinada como tal. Empecé a entrenar en abril y luego tuve un pequeño esguince con lo que no me daba para las siete pruebas. Si quería hacer algo esta temporada tenía que apostar por uno o dos pruebas y eso es lo que he hecho», relata.

Y es que las lesiones ya superadas han marcado sus últimos meses. «Ahora estoy supercontenta porque he conseguido poner punto y final a todo el tema de la lesión que tuve en el cuadríceps. Es cierto que a veces se me carga un poquito, pero me han dicho que es lo normal y que hasta que no pase un año y medio o así de la operación no va a estar igual que el otro. La conclusión de esa etapa es que nada de lo que a uno le pasa es eterno. Todo va y viene y hay que valorar mucho cada momento. Cuando uno está bien y va todo genial lo que hay que hacer es disfrutarlo. Se trata de valorar más todo y de disfrutar más los buenos momentos porque pueden desaparecer en un instante», asegura. Para ello trabajó con una psicóloga que «me sirvió de apoyo cuando tomé la decisión de la operación y me ha ayudado mucho después para volver a sentirme competitiva», dice María.

La atleta cambió el CAR de Sant Cugat por San Sebastián en 2020. «Estaba un poco, no diría que estancada, pero sí que necesitaba un cambio de aires, necesitaba puntos de vista técnicamente diferentes y una evolución, un cambio, un salto de calidad y que hasta ahora me ha salido bien. Trabajar con Ramón Cid es una pasada. La verdad es que le adoro porque es genial como entrenador y como personal. Me ha ayudado a nivel deportivo y a nivel personal para ser más fuerte», comenta. María Vicente vive en Lasarte, una localidad muy cercana a la capital donostiarra, y se entrena en el miniestadio de Anoeta. Además es una enamorada de San Sebastián. «Es preciosa la ciudad. Me encanta pasear por lo Viejo, por la zona del Peine de los Vientos, la playa de la Zurriola...» y confiesa que «no me ha dado por el surf porque el agua está muy fría, aunque mis amigos sí que lo suelen hacer».

Además de atleta de élite, María ha terminado el segundo año de ADE y Digital Business. «La parte de Derecho y Economía no me llama, pero sí los números, la matemática financiera, aunque lo que más me gusta es el tema de marketing y creo que me terminaré especializando en eso», confiesa alguien que se define como «extrovertida, divertida, con una sonrisa en la cara siempre y que lucha por salir adelante y lograr grandes cosas». Eso ahora significa competir por lo máximo en triple (14,21 como mejor marca) y longitud (6,80). «No sabría decir para cuánto estoy, pero sí creo que valgo algo más de lo que salte en el Europeo –esos 14,21– porque al final estuvimos mucho rato paradas, la lluvia, las condiciones no eran las mejores, pero sí que estoy para algo más. En longitud no sabría decirte cuándo, pero los siete metros son una gran meta que no veo imposible. Es difícil, pero creo que si se dan las circunstancias puede salir el momento adecuado para hacerlo. Es algo que veo factible y con lo que sueño», afirma.

A medio plazo están los Juegos de París. Fue olímpica en Tokio y «aquello me sirvió para ver que no tienen nada que ver con Mundiales o Europeos absolutos. La exigencia, los horarios, apenas teníamos descanso, cómo se vive desde dentro... todo eso me va a servir». Y en la capital francesa su ambición es volver a competir en heptatlón: «Muchos me dirán que estoy loca, pero es lo que me gusta y lo que me mueve. Creo que no he podido sacar todo el potencial que tengo... a menos de que salte muchísimo en los Nacionales o en el Mundial de Budapest la intención es ir a por la combinada. Quiero reivindicar que los que somos buenos en varias cosas no tenemos que especializarnos en una solo. Yo animo a todo el mundo a que haga lo que le gusta, con lo que disfrute, que no mire sólo los resultados».

María es la atleta que más tiempo lleva disfrutando de una Beca Podium. «Sin la ayuda que me ofrece Telefónica no podría estar entrenando en San Sebastián y viviendo la vida que vivo aquí. No podría estar independizada. Ha sido una ayuda fundamental para mi llegada a la élite», asegura.