Ciclismo
Mohoric, antes de la batalla final del Tour
Da el triplete al Bahrein antes de la última llegada en alto
Solo echar un vistazo a la velocidad media de la etapa, a las puertas como quien dice de París, dos días para terminar y con la batalla final en los Vosgos que espera el sábado y aún así, el pelotón voló en la antepenúltima etapa del Tour más estelar de los últimos años. Ni un día de descanso, ni una sola etapa de levantar el pie. Ayer se llegó a Poligny con una media de 49 kilómetros por hora. La quinta más rápida de la historia de la ronda gala. Una locura. Una etapa así tenía que ser para un ciclista potente y veloz y ése fue Matej Mohoric, el tercer esloveno en discordia tras Pogacar y Roglic en la escala de fama, pero con una calidad y potencia inenarrables que volvió a derrochar en la meta.
Mohoric impidió el doblete de Kasper Asgreen, que otra vez se metió en la fuga y después en el corte bueno y disputó hasta el mismísimo golpe de riñón final el esprint que se decantó del lado del ciclista del Bahrein Victorious, un equipo que ya tiene el triplete en este Tour extraordinario para ellos: primero con Pello Bilbao, luego con Wout Poels y ayer con Mohoric. Broche de oro a una etapa excepcional que por momentos parecía una clásica de pavés. 60 kilómetros para hacerse la fuga. Palos, leña, velocidad suprema. 36 corredores que se marchan, sólo los elegidos, los superhombres: Ion Izagirre, Jasper Philipsen, que ya tiene asegurados los puntos suficientes para vestirse de verde en París, Pedersen, Van der Poel, Alaphilippe, Neilands, Pidcock. Asgreen, O’Connor y Mohoric lo probaron de lejos, un ataque que valió para hacer el corte definitivo y jugarse, de manera encarnecida, el triunfo que fue para Mohoric, emocionado como pocas veces en la meta. «Aquí todo el mundo es muy fuerte, esta carrera es muy dura y muchas veces sientes que no mereces un puesto aquí porque ves a todo el mundo, el staff del equipo, los mecánicos, los masajistas…haciendo un trabajo muy duro cada noche».
Y todo a las puertas del último gran etapón del Tour de las montañas, el que llega hoy con el final en Le Markstein. Los Vosgos en estado puro: El Balón de Alsacia, El Coix des Moinats, el Col de Grosse Pierre, el Col de Schulcht, el Petit Ballon y el Platzerwasel para terminar de decidir los tres cajones del podio.
La última gran batalla, la que Pogacar quiere hacer suya para ganar la etapa y no marcharse con sabor amargo. El día en el que Carlos Rodríguez pretende aplastar a Adam Yates para darle la vuelta al 1:16 que tiene de desventaja para meterse en la foto del podio de los Campos Elíseos. La última oportunidad para ciclistas que han sido grises en este Tour, como Landa, o equipos que buscan el aprobado en el último momento, como el desafortunado Movistar.
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