Medios de comunicación
El primer síntoma que llevó a José Ángel de la Casa a descubrir que tenía párkinson
El mítico periodista español padecía la enfermedad de Parkinson desde hace más de veinte años
El periodismo deportivo español ha empezado la semana teniendo que despedir a una de sus voces más emblemáticas. José Ángel de la Casa, histórico narrador de Televisión Española, ha fallecido a los 74 años tras una lucha de más de veinte años contra la enfermedad del Parkinson.
El toledano es la voz de momentos históricos en el deporte español que marcaron generaciones. Debutó en 1977 en un campeonato nacional de atletismo y desde entonces realizó más de 2.000 retransmisiones, entre ellas seis mundiales y seis Juegos Olímpicos. Algunos de los acontecimientos que pudo narrar son historia del deporte español y para siempre quedarán unidas a su voz. En el recuerdo queda su narración al gol de Señor en el 12-1 ante Malta, la medalla de oro de Fermín Cacho en 1992, el gol de Koeman en 1992 que suponía la primera Copa de Europa del FC Barcelona en su historia… momentos de una carrera de más de treinta años que pertenecen a la memoria colectiva de este país.
De la Casa deja también una historia de vida marcada también por la lucha contra el párkinson, enfermedad que padecía desde hace más de dos décadas. Su caso, conocido públicamente desde hace más de diez años, sirve como testimonio de cómo se convive con una enfermedad crónica de evolución lenta y aún sin cura definitiva.
Este fue el primer síntoma con el que José Ángel de la Casa descubrió que padecía párkinson
Según contó en una entrevista para Relevo en noviembre de 2023, todo comenzó en el año 2004. Durante la cobertura de la Eurocopa de aquel verano, De la Casa notó un temblor en las manos mientras sujetaba el micrófono. Era un síntoma que no pudo ignorar, aunque en ese momento, en plena vorágine informativa y bajo la presión de un gran evento, optó por no alarmarse. El problema fue resuelto momentáneamente por el equipo técnico que lo asistía, pero el malestar persistía. No tardaría en tener una respuesta médica clara: párkinson. En 2007, apenas tres años después de aquellos primeros temblores, decidió retirarse de su labor profesional en RTVE.
De la Casa no era ajeno a la enfermedad. Como contó también en una entrevista concedida a LA RAZÓN en el año 2018, su padre también había padecido párkinson, por lo que reconoció los signos con relativa rapidez. Aquello que inicialmente pudo parecer fruto del estrés fue tomando una forma más definida. Tras un proceso de observación y pruebas, los especialistas confirmaron el diagnóstico. “El párkinson no es sólo el temblor”, aseguraba el periodista, “yo tengo muchas caídas, o el dolor, los huesos se van anquilosando y hay momentos en los que ponerse en marcha es bastante difícil”, respondía en este medio.
Fue en 2014 cuando decidió compartir públicamente su experiencia, participando en el documental Un señor De la Casa. En él abordaba de manera abierta y serena su vida con la enfermedad, subrayando la importancia del acompañamiento familiar y la labor de las asociaciones de pacientes. El enfoque del documental ponía especial énfasis en cómo la vida cotidiana se adapta a una nueva realidad, en la que el párkinson forma parte del día a día sin que ello borre la identidad de quien lo padece.
A lo largo de los años, De la Casa insistió en la necesidad de un seguimiento médico ajustado a las particularidades de cada paciente. Como explicaba en entrevistas posteriores: “Cada caso de párkinson es diferente, no es una enfermedad donde todos tomemos lo mismo y en la mismas dosis, no nos afecta igual, cada uno somos un mundo. Lo importante es que el neurólogo, el médico que te atiende, una vez que conoce y se ha diagnosticado la enfermedad, pueda llegar a la mejor forma de medicarlo posible. Eso sólo puede hacerse en colaboración con el paciente", afirmaba el periodista en la entrevista para LA RAZÓN. La comunicación constante con el equipo médico, los ajustes en la medicación y la observación minuciosa de los síntomas eran claves para estabilizar su evolución.
El tratamiento, como él mismo explicó en Relevo en 2023, se basaba en una combinación de fármacos que debía tomar diariamente en dosis elevadas: "Me tengo que tomar unas 18 pastillas al día y la verdad es que, afortunadamente está estancado. De momento no he tenido ningún retroceso ni ningún problema que nos planteara cambiar el tratamiento. Podemos decir que el tratamiento está funcionando muy bien porque está evolucionando muy despacio. Voy cada cinco o seis meses al médico a hacer un reconocimiento", contaba en la entrevista de hace tres años. El control de la enfermedad requería disciplina y compromiso, pero con los años consiguió frenar su progresión de forma significativa.
José Ángel de la Casa deja una carrera irrepetible que quedará inmortalizada a través de la narración de grandes momentos del deporte de español. Pero el periodista toledano no sólo será recordado por su voz inconfundible al narrar goles o medallas, sino también por haber dado un paso al frente al compartir su vivencia con una enfermedad que aún necesita más visibilidad, comprensión y recursos. Su legado no se limita a los estadios ni a las retransmisiones: queda también en su testimonio valiente y comprometido frente al párkinson.