Djokovic escapa a lo campeón: remonta dos sets a Musetti para meterse en cuartos de Roland Garros

En tenis es increíble cómo pueden cambiar las cosas de un set a otro. Está la táctica, sí; el físico, también; pero, sobre todo, la cabeza. Lo que hay arriba manda sobre el resto y el joven de 19 años Lorenzo Musetti se vio muy cerca de eliminar al número uno del mundo, pero... 6-7 (7/9), 6-7 (2/7), 6-1, 6-0 y 4-0. No sólo lo acarició porque le ganara los dos primeros sets en dos tie breaks fantásticos, sino porque le estaba maltratando. Fue una exhibición la que dio en las más de dos horas que duraron esos parciales. Empezó con algo de nervios, 3-1 abajo, pero a partir de ahí mostró de lo que es capaz. Su saque con efecto era diabólico y su revés era todo: podía ser un cañón que golpeaba directa a la bola para hacer un ganador o podía rasparle y conseguir que en el otro lado botara tanto que desactivara a Djokovic. El italiano mandaba en los intercambios, cortaba el ritmo con dejadas, volaba, y por eso tomó la ventaja que tomó.

Pero le quedaba un paso , el definitivo, y no logró darlo. En favor de Nole estuvo que esta vez no perdió la compostura. Sus demonios interiores estuvieron controlados. Pocos gritos o malos gestos y ninguna raqueta rota en busca de una remontada que parecía difícil por lo visto, pero que terminó siendo sencilla. Como en todo, aquí hay que echarle la “culpa” a las dos mitades. La que dependía de Djokovic fue un cambio de estrategia, ser más valiente, ayudado por más precisión en el saque, pasar al ataque. Se metió en pista y desde ahí pudo dominar mejor los tiros con efecto de su rival. La que dependía de Musetti fue lo contrario. Desapareció del partido para convertirse en una máquina de cometer errores. Un tenista que había sido puro nervio, se paró. Los números, en este caso, no engañan, son claros. Más allá del 6-1 y 6-0, el italiano sólo pudo hacer 10 puntos en el tercer set y cuatro en el último. Los problemas físicos en la zona de los isquiotibiales hicieron el resto y ni siquiera pudo terminar el partido. Se retiró. Se llevó el aplauso de la pista y de Novak y unos kilos de experiencia para batallas futuras. Le quedan muchos, porque de talento anda sobrado.

A Djokovic le espera ahora otro italiano, este ya con más experiencia, pues es el número nueve del mundo: Matteo Berrettini.