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Las claves de Nadal y Djokovic en la semifinal de Roland Garros: ¿Qué tienen que hacer para ganar?

Moyá, Jordi Arrese y Pato Clavet analizan el capítulo 58 entre Rafa y Nole. Serán decisivas la agresividad y profundidad que pueda tener el español con su derecha

Novak Djokovic y Rafael Nadal
Novak Djokovic y Rafael NadalCHARLES PLATIAUREUTERS

«Seamos realistas...», dice Rafa Nadal. «Seamos realistas...», dice también Novak Djokovic.

Prosigue el español: «...Hubiera preferido enfrentarme a Djokovic en la final, porque en semifinales si ganas a un rival que es dificilísimo, no tienes el título y te enfrentas después a otro rival dificilísimo». Y se explica el número uno del mundo: «...No es como cualquier otro partido, es el mayor desafío que puedes tener: jugar contra Nadal en esta pista. Hay una tensión y expectativas extra».

En las declaraciones de ambos se nota que lo que se va a vivir en las semifinales de Roland Garros (hoy, 17:·30, DMax y Eurosport) no tiene nada de normal, por mucho que se haya repetido muchas veces. «Es una especial, está claro: el partido más jugado de la historia del tenis», explica Carlos Moyá, el entrenador de Rafa. Será el cara a cara 58 entre ambos, y para los amantes de la estadística ahí van los números. En total: 28 victorias para el español por 29 del serbio. En tierra, 19 triunfos para el zurdo por siete del diestro. En Roland Garros, siete veces levantó los brazos Rafa y una Novak. El actual líder de la ATP puede presumir de ser uno de los dos tenistas que ha podido superar a Nadal en Roland Garros: fue en los cuartos de 2015, cuando el balear atravesaba una crisis de confianza, quizá su peor «lesión», porque de las físicas volvía como un tiro, pero en ésta el bache fue un poco mayor. Nole ha vencido a Rafa en tierra más que nadie, sí, pero la última vez fue en 2016, en Roma. Desde ahí, cinco partidos y cinco triunfos para el manacorense, que sólo se ha dejado dos sets en el camino. En 2021 le ha superado en la capital italiana y en octubre del año pasado le pasó por encima en la final de Roland Garros bajo techo, con frío y sin público. «Ese día salió todo espectacular. Si hubiésemos montado un guión no hubiera salido tan perfecto. Ese nivel va a ser difícil, firmo igualarlo. Fue una clase magistral de cómo se juega en tierra batida, y en condiciones que teóricamente no le favorecían», analiza Moyá. El preparador del español sabe que lo lógico es que hoy se encuentren algo diferente: «Habrá alternativas y momentos duros, pero confiamos mucho en Rafa».

 

Del enfrentamiento de hace un mes en Roma se sacan conclusiones, alguna quizá sorprendente que desmiente tópicos: Nadal mandó sobre Djokovic en los puntos cortos, cuando había cuatro o menos intercambios. «Es que Rafa tiene que ser el que vaya a por el partido», interviene Jordi Arrese, ex capitán de la Copa Davis y ahora comentarista en Eurosport. «Tiene que coger la derecha y tener profundidad con ella. Es una bomba cuando juega agresivo y cae dentro. Cuando se pone más defensivo es menos letal, pero cuando cae dentro... Contra Schwartzman acabó dando un recital; contra Gasquet los siete u ocho primeros juegos fueron para enmarcar», añade. Lo resume Moyá: «Cuando Rafa tira hay pocos jugadores que pueden seguirle. Cuando los puntos son largos, significa que él no está tirando como es costumbre». Otra de las claves del español está en el saque: «Debe tener buen porcentaje de primeros, aunque es verdad que Rafa con el segundo ha mejorado y ahora le hacen menos daño que antaño», desgrana Jordi Arrese. Y completa: «A Djokovic tiene que moverlo enseguida para la derecha, porque por ahí pierde campo. Además, su derecha tiene que ir larga, porque entonces Djokovic no entra en pista, manda Nadal y le salen los winners. Cuando a Djokovic no le dan velocidad, le viene con efecto y tiene que irse al fondo, la bola no le corre tanto». «Rafa lo tiene que mover mucho», opina Pato Clavet, ex número 18 del mundo y ahora entrenador . «No debe empecinarse en tirarle todo el rato al revés porque Novak lo tiene muy bueno. Le debe presionar por los dos lados», prosigue. Está claro que para el español es un día para ser valiente y no dudar. Y él lo es.

Parte importante de las opciones de Djokovic pasan por su cabeza. En la final de 2020 cuando apenas se llevaban dos juegos hizo tres dejadas que no venían a cuento, que no eran fruto de haber movido al rival y haberlo sacado de sitio para «matarlo» así. «Si con Rafa no te pones el mono de trabajo y te mentalizas de que tienes que pasar un saco de bolas, no ganas. Si pretendes jugar a tres o cuatro tiros y no es tu juego, si no es natural, no funciona», opina Arrese. «La mentalidad la va a tener que cambiar», va en la misma dirección Clavet. «Tiene que salir a batallar y a entrar en el cuerpo a cuerpo. Armarse de mucha paciencia y ser fuerte de cabeza», insiste. También el servicio es fundamental para el número uno. «Lleva tiempo sacando muy bien y lo demostró contra Berrettini. Contra Musetti lo hizo muy mal y por eso sufrió. Si baja de saque, baja de juego», afirma el ex capitán español de la Davis. El último apunte lo da Pato Clavet: «A Rafa le molesta de Djokovic que juegue delante, metido y que le quite tiempo. Si el serbio domina y no se va para atrás, por ahí van a pasar muchas posibilidades. Y por no dejar a Rafa ponerse de derecha». El que imponga su juego llevará la iniciativa y tendrá más opciones de meterse en la final.

Djokovic ha pasado por más problemas que Nadal hasta ahora. El serbio se vio dos sets abajo contra Musetti y vivió un duelo tenso contra Berrettini, reflejado en el grito que dio a la conclusión. Rafa pasó un mal rato ante Schwartzman. «Son dos jugadores que siempre encuentran la manera de escapar, con diferencias en su juego, pero son dos supervivientes natos», asegura Moyá. Los cinco sets les dan margen para buscar soluciones. «Le conocemos muy bien y él a nosotros. Sabemos lo bueno que es y esperamos que mueva ficha porque lo que ha hecho últimamente en tierra no le ha servido», concluye el técnico de Nadal.