Tenis

Djokovic, sin visado, retenido y en los tribunales

El serbio aspira a retrasar su deportación. El torneo le da casi por perdido al fijar su estreno el lunes, 24 horas después de que el caso afronte el paso decisivo en la Corte Federal

El futuro inmediato de Novak Djokovic en Australia se complica cada vez más. El gobierno australiano ha vuelto a cancelar el visado del número uno del mundo y el caso ya está en manos de los tribunales. El serbio ha sido detenido para ser entrevistado por funcionarios de inmigración y el domingo el caso pasará a manos de la Corte Federal de Australia que aprobará o no su deportación. Una pista sobre el futuro imperfecto del balcánico: la dirección del Open de Australia le da poco menos que por deportado, ya que ha situado su hipotético debut ante su compatriota Kecmanovic en la jornada inaugural del lunes, apenas 24 horas después de haber dirimido su situación en los tribunales.

La denegación de su visado por parte del ministro de Inmigración, Alex Hawke, se debe a que el ejecutivo «aussie» considera que podría servir como motivación para la comunidad anti-vacunas del país y eso supone un riesgo para toda la población. Los abogados del gobierno han apostado por no deportar de inmediato a Djokovic y aguardar a que finalice el procedimiento judicial y el asunto lo resuelva un tribunal superior. Ante este escenario, la defensa del serbio persigue retrasar lo más posible una hipotética deportación y que ésta vaya más allá del arranque del torneo para así intentar frenarla. Consideran que la expulsión de su defendido con el torneo en marcha sería menos factible. Según las normas del Open de Australia, si Djokovic tiene que abandonar el país después de haberse publicado la orden de juego del lunes, como ya está hecha, su puesto en el cuadro sería ocupado por un tenista que hubiera caído en la última ronda de la previa. Eso facilitaría las cosas a los candidatos que marchan por su misma parte del cuadro y ahí es donde se encuentra Nadal.

Djokovic recibió un visado el 18 de noviembre y llegó a Melbourne el 5 de enero con una exención aprobada por el jefe médico de Tennis Australia y un panel de expertos independientes del gobierno de Victoria. Sin embargo, cuando llegó al país, el serbio fue retenido en la frontera y su visado, cancelado por las autoridades, alegando que una reciente infección por covid-19 no era suficiente para una exención de los estrictos requisitos de vacunación de Australia.

El serbio recurrió a los tribunales, que le dieron la razón y restablecieron su visado, pero apareció entonces en escena el ministro Hawke y su potestad para pedir que se cancelara el visado de Djokovic, lo que finalmente ha terminado sucediendo, como por otro lado era lo esperado por todas las partes.

Ya el jueves, el primer ministro australiano, Scott Morrison, sugirió que Djokovic sería deportado y no podría disputar el torneo salvo que pudiera presentar una exención médica que le permita no vacunarse contra la covid-19. Morrison dijo que esperaba que las autoridades «implementaran la política del gobierno» de permitir sólo la entrada en Australia a personas completamente vacunadas o con exenciones médicas.

El primer ministro quiso dejar claro que el hecho de obtener un visado no garantizaba que se cumplieran todas las condiciones para entrar en el país: «Es importante distinguir entre el visado y la condición para atravesar la frontera. No son una misma cosa y a menudo se confunden y no debería ser así». «Si no eres ciudadano o residente, entonces se aplican las normas sanitarias que tenemos para proteger nuestras fronteras. Y nuestras políticas de protección de las fronteras han sido fundamentales para los logros del gobierno en lo que respecta al covid-19 y los logros de Australia en general al tener una de las tasas de mortalidad más bajas», aseguró Morrison.

Los “errores humanos”

Djokovic admitió que su entorno había cometido «errores humanos» al rellenar los documentos para entrar en Australia y que él asistió a una entrevista con L’Equipe siendo consciente de su positivo. El comportamiento de Djokovic ha provocado la reacción en contra de buena parte de la comunidad tenística. El griego Stefanos Tsitsipas ha acusado acusó al serbio de querer saltarse las normas que los demás tienen que cumplir. «Jugó con sus reglas. E hizo lo que muchos jugadores no pudieron hacer, desde que la ATP anunció los criterios para ingresar en el village. Nadie pensó que podría venir a Australia sin vacunarse y seguir los protocolos. Realmente se necesita mucho coraje para hacerlo de todos modos y poner en peligro la participación en un torneo de Grand Slam. Ha querido seguir su propio camino y hacer que los demás parezcan estúpidos», aseguró. Otros como Murray o Henin ya consideran que Djokovic debería renunciar al torneo.