Alcaraz resuelve con autoridad su estreno en Australia

El Open de Australia fue el primer Grand Slam en el que compitió Carlos Alcaraz. Fue el curso pasado con 17 años y logró la primera victoria de su carrera en un Grande. Se impuso al holandés Van de Zandschulp después de superar la fase previa. En segunda ronda le frenó el sueco Ymer. Esta edición ya ha dado el primer paso y no parece que vaya a ser el último. Alcaraz se impuso por 6-2, 6-2 y 6-3 al chileno procedente de la previa Alejandro Tabilo. Era su primer partido como cabeza de serie en un Major y se comportó como tal. En menos de dos horas resolvió el compromiso y su siguiente rival será el serbio Dusan Lajovic. En una hipotética ronda le aguardaría Mateo Berrettini.

Alcaraz acabó pronto con las incógnitas que podía acarrear su primer compromiso de la temporada. El positivo por coronavirus que le apartó de la Copa Davis provocó que su cuerpo técnico liderado por Juan Carlos Ferrero decidiera que era preferible esperar al primer Grand Slam del año para arrancar el curso. Con una presencia física imponente y una camiseta sin mangas, el murciano tardó apenas cuatro juegos en comenzar a desplegar buena parte del tenis que tiene en su raqueta. En cuanto encontró la estabilidad con su servicio dominó con autoridad. Después de apuntarse la primera manga, el control aumentó. Tabilo, que generó muchos problemas a Carreño en la Copa ATP, sólo fue capaz de sumar tres puntos al resto en el segundo set. El español se dió una tregua en el comienzo de la tercera manga y volvió a acelerar con tres iguales. Ahí se acabó el partido. Los números hablan de una solidez incuestionable para tratarse de la primera ronda de un Grand Slam. Alcaraz firmó una docena de saques directos, 40 golpes ganadores, un servicio que voló con regularidad a 190 kilómetros por hora y un 79 por ciento de puntos ganados con el primer saque. Las sensaciones no pudieron ser mejores.