Análisis

Las cinco claves de la final del Open de Australia por Jordi Arrese: de Nadal a “Nadalev”

“Rafa va a contar con una presión extra por los 21 Grand Slams y ya vimos la respuesta de Djokovic el año pasado”

Nadal, en el entrenamiento previo a la final del Open de Australia
Nadal, en el entrenamiento previo a la final del Open de AustraliaMark BakerAgencia AP

La sexta final para Rafa en Melbourne y la segunda para Medvedev la veo como un partido durísimo y que estará muy equilibrado. El ruso es el único jugador que a nivel mental le veo a la altura de Nadal. Hay que considerar un factor que no creo que esté resaltándose todo lo que se debería: la presión extra que va a tener el balear por superar los 20 Grand Slams de Federer y Djokovic.

¿Si tuviera que apostar por un campeón por quién lo haría?

Pues veo la final muy, muy equilibrada. Aunque si me tengo que inclinar por alguien lo haría por Medvedev en una proporción de 51-49, aunque nada me gustaría más que equivocarme. Si la semifinal del ruso con Tsitsipas hubiera tenido un final más exigente, yéndose a un cuarto set mucho más duro o alcanzando un quinto, sus opciones hubieran bajado. Pero es que el cuarto set ante el griego fue perfecto para él. Lo resolvió con mucha autoridad y sin ningún desgaste. Demasiado fácil.

Con Berrettini estaba claro el punto débil, ¿tiene alguno el ruso?

Pues es difícil encontrárselos. Medvedev tiene poco que ver con el jugador que perdió la final del Open USA con Nadal en 2019. Entonces había varias formas de hacerle daño, pero en todas ha evolucionado. Se le podía hacer pupa con las dejadas para romperle el ritmo, atraerle a la red, buscarle con los reveses cortados... ha mejorado en todo. Y lo que más me llama la atención es su solidez a nivel mental. Es que se podría llamar «Nadalev», parece su hermano gemelo a nivel de cabeza.

¿Y su mejor virtud?

Al igual que sucede con Rafa siempre tiene una velocidad más. Cuando la situación es más límite, es capaz de dar un paso adelante como sucede con el balear. Otro parecido con Rafa es que le encanta jugar a la contra y en momentos de presión extrema está encantado.

¿Qué más armas tiene?

Aparte de la fortaleza mental, lo del servicio es tremendo porque, además, marca un ritmo con el saque trepidante. Su segundo servicio tiene algo de kamikaze. Pero es que yo creo que es un tipo excesivo en todo. Luego su derecha no puede ser más fea, parece que se va a desmontar cuando la golpea, pero le funciona. Y lo más importante es que todavía le veo margen de mejora.

¿Esperaba que Rafa llegase hasta la final con todo lo que ha vivido en los últimos seis meses?

Estoy gratamente sorprendido por cómo se ha desarrollado el torneo de Rafa, aunque en realidad de él siempre estemos esperando lo mejor, aunque llegue en unas circunstancias como las que llegaba a Australia. Hay un factor para la final que creo que no se ha mencionado lo suficiente y es la presión con la que se va a encontrar Nadal. A la propia de una final de Grand Slam se añade el reto de los 21 títulos y eso supone una presión mayor. Ya sabemos cómo acabó Djokovic el año pasado ante ese desafío. Para el ruso es su cuarta final y llega habiendo ganado ya una con lo que la presión va a estar del lado de Rafa.