Confesión

La lección de vida de Nadal para recuperar su pie izquierdo

“No tener el dolor que tengo a diario te cambia la vida. Un pie nuevo me permite ser más feliz día a día. Ganar es bonito, te llena de adrenalina momentánea, pero la vida es más importante que cualquier título”, confiesa Rafa

Nadal celebra uno de los puntos en la semifinal ante Zverev
Nadal celebra uno de los puntos en la semifinal ante ZverevDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

La victoria ante Zverev y el modo en que se produjo llevó a Nadal a comparecer ante los medios con una sinceridad ejemplar. La lesión en el tobillo derecho del alemán y la lesión crónica del zurdo en el pie izquierdo se entremezclaron en sus reflexiones. “Prefiero perder la final”, aseguró cuando fue preguntado si cambiaría un nuevo título por curarse del pie. “No tener el dolor que tengo a diario te cambia la vida. Un pie nuevo me permite ser más feliz día a día. Ganar es bonito, te llena de adrenalina momentánea, pero la vida es más importante que cualquier título”, confesó.

“Tras la carrera que he tenido, en la que me he esforzado para adaptarme a los problemas, tengo una vida por delante y me gustaría disfrutarla, ir a jugar deporte amateur con mis amigos, por ejemplo. Ahora mismo, eso es una incógnita”, agregó.

Nadal reconoció que su partido contra Zverev era muy ajustado en el momento de la lesión y lo atribuyó a las difíciles condiciones, con mucha humedad, lo que hizo que la pista estuviera más lenta y sus golpes generaran menos daño en el rival, pero también al buen juego que desplegó el germano. “Eran unas condiciones atípicas aquí. La pelota estaba pesada y había que sufrir más para hacer daño, los golpes no creaban el efecto y la sensación de que el otro la puede fallar. Creo que podía haber hecho cosas mejor, pero no puedo reprocharme nada, he buscado soluciones”, indicó.

Nadal reconoció que en el inicio del segundo set sufrió un bajón físico, tras arrebatar en el tercer juego el servicio de su rival. Lo hizo tras un juego con 44 intercambios que le supuso un duro golpe físico. “He ganado el juego, pero me ha quitado unos cuantos puntos después. Estaba tocado físicamente. Uno tiene que asumir sus limitaciones, hago lo que puedo, me esfuerzo al máximo, pero llevo tres meses en los que casi no he entrenado y se nota en este tipo de cosas”, señaló.

Nadal consideró que jugar una nueva final, en la que puede levantar el decimocuarto título, es “increíble” tras los últimos meses en los que ha tenido muchas lesiones, pero indicó que le pareció más milagroso haber llegado a la final del Abierto de Australia a principios de temporada. “Esto es Roland Garros y aunque la preparación ha sido escasa es el torneo de más éxito de mi carrera. Sabía que si iba avanzando podía llegar. Antes de empezar no era el favorito, era uno de los candidatos, pero dije que en el deporte las cosas cambian muy rápido y hay que estar preparado para ello”, comentó el español, que añadió que “los sacrificios cobran sentido” al verse en la final.