Cargando...

Tenis

Sale una bandera de España con un mensaje en la final de Wimbledon y no va a gustar a algunos

La final de Wimbledon está siendo tan espectacular como se esperaba. En las gradas, mientras, ha pasado de todo

Carlos Alcaraz siente a la afición española en Wimbledon ASSOCIATED PRESSAP

En la catedral del tenis, Wimbledon asiste una vez más a una batalla que ya empieza a adquirir tintes de clásico moderno. Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, número dos y uno del mundo respectivamente, están protagonizando una final vibrante, de altos vuelos y sin un respiro. Se conocen demasiado bien, se temen con naturalidad y se exigen mutuamente su mejor versión. Y mientras los golpes se suceden sin compasión sobre la hierba del All England Club, en la grada hay otro mensaje, menos técnico, pero igual de poderoso: la cuenta oficial de Wimbledon ha compartido la foto de un aficionado con una bandera española en la que se leía “Unidad de España”. En la misma imagen, la bandera de Italia, es mucho más pequeña.

El partido entre Sinner y Alcaraz es espectacular. Cada punto se disputa como si fuera una final en sí mismo. El primer set, que pareció teñirse pronto de rojo para el italiano tras un break inicial, terminó siendo un ejemplo del carácter irrompible de Carlos Alcaraz. El murciano remontó desde atrás y se lo apuntó por 6-4, cerrándolo con un punto que dejó a la Central en pie. Fue una exhibición de defensa, de imaginación y, sobre todo, de orgullo competitivo. “¡Vamos!”, gritaba entonces el campeón español con el puño apretado y la mirada desafiante.

Pero en cuanto comenzó la segunda manga, el partido viró. Sinner ajustó su servicio, elevó su porcentaje de primeros y no permitió una sola concesión desde el fondo. Con un juego más cerebral, frío incluso, el italiano impuso su ritmo desde el fondo de pista y encontró resquicios en el servicio de Alcaraz, que alternó aces con dobles faltas (suma ya seis) en un equilibrio peligroso. Sinner se lo llevó por 6-3, con una sensación de dominio creciente y un vendaje en el codo derecho que, lejos de parecer una desventaja, se ha convertido en símbolo de resistencia.

El tercer set, pura trinchera

En pleno tercer set, la tensión es tan espesa como la humedad de Londres en julio. Alcaraz, lejos de su mejor día con el saque se mantiene vivo a base de garra y resiliencia. Un globo magistral suyo en el 30-30 del último juego ha arrancado los aplausos del público y ha recordado al mundo que aún no ha dicho su última palabra.

Sinner, por su parte, continúa sin ceder una sola bola de break en este parcial. Su servicio, mejorando cada minuto, le ha permitido mantenerse firme incluso en los momentos más exigentes. “Alcaraz juega con el corazón más que con la cabeza; Sinner es al revés”, ha explicado perfectamente Corretja.

La final también está dejando momentos insólitos como el descorche de una botella de champán cuyo corcho terminó en medio de la pista, obligando a la juez de silla a pedir al público que espere al cambio de juego antes de brindar. O como la imagen comentada de la bandera española con el lema “Unidad de España”, ondeada por un aficionado.