
Tenis
El defecto incorregible por ahora que pone Alcaraz a su juego
Carlitos comienza la próxima semana en Montecarlo la gira europea sobre tierra batida

Carlos Alcaraz aterriza este fin de semana en Montecarlo para comenzar la gira europea sobre tierra batida. Lo hace con un balance este curso de 15 victorias y cuatro derrotas y un torneo más en su palmarés, el de Róterdam. Después de la gira estadounidense sobre pista rápida, el murciano afronta la arcilla roja obligado a despejar las incógnitas que le han generado su paso por Indian Wells y Miami.
Antes, el número tres del mundo ha conversado con uno de sus patrocinadores, la marca de lujo Louis Vuitton. Alcaraz hace reflexiones muy interesantes sobre su estilo y su forma de afrontar determinados momentos de los partidos. "Quiero ser un tenista agresivo, que busque grandes golpes y que suba a la red. Siempre he tenido claro que es fundamental creer en uno mismo, tener la mentalidad de pensar que puedes ganar a todos y afrontar con valentía la presión que se siente en situaciones adversas. Cuando me pongo nervioso, me digo a mí mismo que debo ser fiel a mi estilo, pase lo que pase", asegura. Y va más allá: "Hay momentos en los que no me divierto en pista porque es complicado lidiar con la presión, pero ahí me digo a mí mismo que estoy viviendo el sueño que tenía de niño. Siempre quise formar parte de la historia de este deporte. Hay partidos en los que caigo derrotado y me voy orgulloso de lo que hice, mientras que otros cuesta unos días aceptarlos porque la frustración que genera la derrota es muy alta", advierte. Y profundiza sobre los altibajos que marcan con frecuencia su tenis: "Es preciso aceptar que no siempre vas a jugar bien y seguir intentándolo. Afrontar la adversidad y luchar por conseguir las cosas que se resisten. Mi truco es copiar lo que han hecho siempre los mejores de la historia. A veces me ha ocurrido que cuando voy ganando un partido y estoy con buenas sensaciones, bajo la intensidad y acabo perdiendo. De eso he aprendido mucho. Creo que muchas veces juego por instinto en los momentos importantes, hago lo que siento, y eso no es bueno, quizá haya que seguir una estrategia".
La necesidad casi vital de buscar "highlights" es una de las cuestiones que más controversia provocan en el juego de Carlitos. Mats Wilander, ex tenista y analista de Eurosport, considera que esa vertiente del juego del español no le va a abandonar en su carrera. Le compara con la irregularidad que mostraba Andre Agassi y considera que la consistencia que mostraban o muestran jugadores de la dimensión de Nadal o Djokovic no la va a tener Carlitos.
En la charla, Alcaraz también resalta la importancia en su carrera de Juan Carlos Ferrero: "Entre los 12 y 14 años es cuando la gente empezó a darse cuenta de que era bueno y estaba haciendo las cosas bien, pero es gracias a Juan Carlos por quien estoy aquí. Empezamos a viajar juntos a muchos torneos cuando tenía 15 años, compartimos muchísimo tiempo juntos y aprendí una barbaridad de él, tanto de sus vivencias en pista como fuera de ella", desgrana. También apunta a la figura de su padre: "La pasión por el tenis que siente mi padre también fue clave para mí. Cuando cumplí 8 o 9 años él se desvinculó totalmente de la labor de entrenarme, tan sólo compartíamos algún rato los fines de semana en pista porque se lo pedía yo, pero siempre tuvo claro que quería separar su rol de padre del de entrenador".
Alcaraz también reflexiona sobre su vida más allá del tenis: "Para mí, lo más importante es ser buena persona y mostrarme amable con los demás. Quiero ser una inspiración para los niños, al igual que lo fueron Nadal y Federer para mí, por ejemplo, que eran mis ídolos y siempre los percibí como personas muy cercanas y agradables", comenta.
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