Desastre de Garbiñe Muguruza en Indian Wells

Estaba Garbiñe Muguruza dos años después entre las ocho mejores de Indian Wells, entre las ocho mejores de un Mandatory, los torneos más importantes después de los «Grand Slams», se había impuesto en las dos rondas anteriores a sendas «top 10» (Serena Williams y Kiki Bertens en tres sets) por primera vez en 2019, se medía en cuartos con una jugadora invitada por la organización... Y la canadiense de 18 años Bianca Vanessa Andreescu se impuso por 6-0 y 6-1.

La número 60 del ranking mundial aprovechó la incomparecencia de la española después de una semana prometedora. En su primer saque cometió una doble falta, erró dos derechas y sufrió una ruptura. No hubo vuelta atrás. Hasta el quinto juego no ofreció ninguna respuesta. Y cuando la tuvo fue en una bola de «break» en la que pidió el Ojo de Halcón y no hizo más que ratificar que la pelota se había ido. En 24 minutos encajó un rosco.

Bajó Sam Sumyk a la pista para intentar arreglar el desastre, pero no hubo manera. Andreescu parecía una mezcla de Steffi Graf y la mejor versión de Serena y Garbiñe era un manojo de nervios. En el segundo juego del segundo parcial dispuso de tres pelotas para estrenar el marcador y fue incapaz. Garbiñe era una máquina de cometer errores. El impulso de la canadiense la llevó a sumar nueve juegos seguidos y cuando la exnúmero uno del mundo despertó el partido era poco menos que un imposible. Acabó con los roscos en el décimo juego, pero no pasó de ahí. Su temporada sigue sin levantar el vuelo.