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Pájara de Nadal

El tenista español, mareado y a quien tuvieron que tomar la tensión, se ve obligado a retirarse en su estreno en Miami ante el bosnio Dzumhur

Nadal es atendido por los médicos en un descanso del tercer set de su partido
Nadal es atendido por los médicos en un descanso del tercer set de su partidolarazon

El tenista español, mareado y a quien tuvieron que tomar la tensión, se ve obligado a retirarse en su estreno en Miami ante el bosnio Dzumhur

Por unas cosas u otras, Nadal no logra encadenar dos torneos buenos de forma consecutiva. Después de su esperanzadora actuación en Indian Wells, donde cayó ante Djokovic, pero logró tutearle como nunca desde 2014, el balear afrontaba el Masters 1.000 de Miami como una prueba para seguir creciendo y terminar de recuperarse de la «lesión mental» (falta de confianza) que le acompaña los últimos tiempos. «Gane o pierda, ahora me divierto entrenando y jugando», había dicho el zurdo de Manacor en la previa del torneo californiano. El bosnio Dzumhur no debía ser un rival demasiado peligroso en su estreno y así se vio en el primer set, que se llevó el ex número uno del mundo sin muchos apuros (6-2).

Pero lo que parecía que el tenista balcánico no podía lograr sí lo hizo el calor. Los 30 grados que machacaban la pista central de Miami se pegaron al español como una lapa en el segundo set, aunque los síntomas empezaron al final del primero, y ya no le abandonaron. Perdió ese parcial por 6-4 y después llegó lo peor. Rafa pidió la comparecencia del fisio y del médico, pero no eran calambres ni una lesión muscular. «Es que no estoy aquí», afirmó el español, cabizbajo y sudando muchísimo. Después, pidió que le tomaran la tensión, y en pleno descanso el doctor sacó el tensiómetro y procedió. Le dijo que estaba bien, y Nadal volvió a la pista, pero para comprobar que todo seguía igual. Como se dice en el argot ciclista, «el tío del mazo» le golpeó, estaba sufriendo una pájara de la que no se pudo reponer. Perdió ese juego, y ya estaba 3-0 abajo, con dos rupturas en contra. Después de no poder correr a devolver una volea de Dzumhur, que en el primer set también había llamado a los médicos por el calor, Rafa decidió retirarse. «He intentado aguantar, pero tenía miedo de estar demasiado mareado y perder el conocimiento en la pista», reconoció después «todavía algo mareado». Alguna vez le había pasado algo similar, pero nunca de forma tan fuerte. «Si la salud está bien en un par de días es como si nada hubiera pasado», añadió. Se hará pruebas para descartar males mayores. Lo más probable es que el calor o un pequeño virus fueran la causa.