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La tensión y los piques se disparan en MotoGP

Los toques, las caídas y las polémicas están aumentando por la igualdad mecánica en el Mundial

Álex Márquez y Marini se caen en Le Mans
Álex Márquez y Marini se caen en Le MansEuropa Press

Es muy extraño ver a dos pilotos de élite llegar a las manos después de una caída, y mucho más si uno de ellos es el vigente campeón del mundo. Eso sucedió en Le Mans entre Viñales y Bagnaia, que se dieron varios empujones y golpes en el casco después de su caída y es la mejor muestra de que la tensión está subiendo demasiado en MotoGP. Cada fin de semana hay pilotos que se quejan de que han sido derribados por otros que iban demasiado pasados y no medían las consecuencias, y esos que levantan la voz, en la siguiente cita resulta que son los que provocan el efecto dominó y arruinan la carrera a los que anteriormente eran culpables. En el GP de Francia hubo de todo y los nervios se elevaron hasta niveles que no se veían en bastante tiempo.

Si algunos echaban de menos más rivalidad y piques entre los pilotos, ya tienen lo que estaban reclamando. A la hora de buscar las causas muchos apuntan al desarrollo extremo de las motos desde el punto de vista tecnológico, especialmente los apéndices aerodinámicos que permiten a todos los pilotos frenar muy tarde y mantenerse dentro de la línea. Son muchos los que apuntan a lo difícil que es adelantar con estas máquinas que ayudan tanto a la conducción y los que salen en la mitad del pelotón necesitan arriesgar mucho porque ir detrás de otro piloto resulta casi imposible por el efecto del rebufo, que literalmente absorbe al que va detrás y no le permite frenar a tiempo.

Si en Portimao fue Marc Márquez el que se equivocó y fue penalizado, ahora va a ser su hermano Álex el que va a tener que perder tres plazas en la parrilla del GP de Italia (11 de junio) tras un toque con el que sacó de la pista a Binder. «Los comisarios se están cargando este deporte con sus decisiones», se quejaba el del equipo Gresini, que poco después se fue al suelo en una caída múltiple, esta vez sin tener la culpa de nada.

Dos de los pilotos más limpios de la parrilla protagonizaron la acción más polémica: Maverick y Bagnaia, que se cayeron después de un toque entre ambos por no querer ceder ni un milímetro de pista. «Le he adelantado quizá demasiado limpio. Debería haberle tocado y echado fuera, que es lo que se lleva ahora. He ido a cambiar de dirección y nos hemos tocado. No me ha dejado espacio y creo que podía haberlo hecho», comentaba Viñales. «Hay pilotos que intentan ganar en la primera vuelta, incluso que no tienen el potencial para ganar y quieren adelantar a seis rivales nada más empezar. Esto no funciona así», reclamaba Bagnaia, que añora los tiempos en los que las motos oficiales tenían más ventaja sobre las satélites y las luchas eran mucho más reducidas. «Los cuatro magníficos (Rossi, Lorenzo, Márquez y Pedrosa) eran los más fuertes, pero también tenían las mejores motos y el resto estaba un poco más lejos que ahora», añadía.

La realidad es que esta MotoGP está más igualada en cuanto a mecánicas y todo lo que no se recupere en las primeras vueltas luego es imposible yendo a rueda. No hay margen y se monta el lío.