Trejo, el líder de la revolución vallecana

Raúl Martín Presa, el presidente del Rayo Vallecano, está acostumbrado a aguantar los insultos que llegan de la grada de Vallecas, especialmente desde el único fondo, que ocupan los Bukaneros; a soportar gritos de «Presa, vete ya» en cada partido desde hace años, pero no a que su capitán manifieste públicamente sus diferencias con su gestión, como ha hecho Óscar Trejo renunciando a la capitanía a través de un comunicado que publicó en las redes.

«Tras meditarlo bien, he decidido dejar de ser el capitán. Son muchísimos los motivos, pero el principal es no coincidir en la metodología ni en el trato a los trabajadores y aficionados, la materia prima que hace realmente importante y diferente este club», decía en su comunicado el jugador argentino.

El brazalete el pasado domingo ya lo lució Óscar Valentín. Y así será desde ahora. No es la primera vez que Trejo se muestra disconforme con la gestión de la entidad rayista. Ya se significó en contra del ERTE que afectó a parte de los empleados del club durante la pandemia. Y también se quejó del trato a los aficionados en el comienzo de la temporada pasada, cuando muchos de los nuevos abonados tuvieron que hacer noche frente a las taquillas del estadio de Vallecas para obtener su abono de la temporada 2022/23. El Rayo no ha dado el paso de habilitar las taquillas online para la venta de entradas y de abonos a pesar de que una parte de los fondos que recibe de la Liga deben dedicarse a la digitalización y a la mejora de las infraestructuras de los clubes.

«Solo queda agradecer que a pesar de que las cosas no las ponen fáciles, ustedes siempre responden. Agradecerles en nombre de todo el equipo», dijo Trejo. Una declaración en la que le apoyaba Mario Suárez, que entonces era el segundo capitán del equipo.

Trejo, que cumplió 35 años en abril, vive su segunda etapa en el Rayo. Son ya seis temporadas desde su regreso y es mucho el desgaste que ha vivido en sus tratos con la institución. Por eso abandona la capitanía, pero no el sentimiento rayista. «Desde el primer día que conocí este club y su gente supe que era mi lugar», dice el argentino. «Sea donde sea, siempre uno más en el Santa Inés», se despedía en su comunicado, en alusión a «La vida pirata», la canción que los futbolistas del Rayo cantan con los Bukaneros al acabar cada partido. «La vida pirata, la vida mejor». Aunque ya no sea Trejo el que lleve el brazalete de capitán rayista.