La F 1 alcanza este fin de semana la mitad de la temporada y lo hace en una carrera muy especial para todos los equipos: Silverstone. El Gran Premio de Gran Bretaña es la prueba de casa para la mayoría de los equipos, que tienen sus sedes a escasos kilómetros del circuito, salvo Ferrari, Sauber y RB. McLaren llega a esta cita como dominador del campeonato. Arrasa en la tabla de constructores y sus pilotos, aunque ciertamente irregulares, copan las primeras posiciones en el Mundial. Sin embargo, este fin de semana quieren lograrlo todo y para eso, algunas como la propia McLaren, Red Bull, Ferrari o Aston Martin han presentado pequeñas novedades para intentar mejorar su rendimiento.

Tanto Norris, que es británico y corre en casa, como Piastri, partían ayer para conseguir la primera fila en parrilla de salida para mayor gloria de una escudería inglesa (aunque sus propietarios sean un fondo de inversión del Emirato Árabe de Barein y Abu Dabi), sin embargo, Max Verstappen y Red Bull les aguaron la fiesta con una «pole» extraordinaria que sorprendió a todos. Hoy la carrera tendrá muchas variantes porque los cambios de temperatura y condiciones no aseguran que sean estables y eso afecta mucho el rendimiento de cada monoplaza. Se espera una estrategia a una parada, pero en este escenario siempre pasan cosas. Adelantar es más que posible y en varios lugares del trazado, pero la degradación de ruedas es enorme y hay que hilar muy fino para evitar esta circunstancia. Los McLaren querrán «comerse» hoy a Verstappen, pero ojo porque por detrás vendrá Russell con el Mercedes y los Ferrari de Hamilton y Leclerc, que en Silverstone parecen haber dado un paso adelante en cuanto a ritmo de carrera. Y Hamilton quiere ganar en su casa y lo haría con tres equipos distintos, después de hacerlo con McLaren y en múltiples ocasiones con Mercedes.

La otra gran sorpresa del día fue el rendimiento del Aston Martin en manos de Alonso, que arrancará séptimo debido a las sanciones que arrastran Antonelli (por el accidente de la semana pasada que le costó el abandono a Verstappen) y Bearman, que se salió de pista entrando en boxes con bandera roja en pista. El otro gran beneficiado de estas sanciones es Carlos Sainz, que se quedó en la Q2, pero partirá noveno.