Comunidad de Madrid

El milagro económico de Madrid

Consolida el sorpasso a Cataluña tras superarla en PIB. La estabilidad política, una fiscalidad atractiva, grandes infraestructuras y leyes favorables asientan un modelo amenazado por Sánchez

Cuatro Torres Business Area de Madrid, una de las zonas emblemáticas de la capital de España
Cuatro Torres Business Area de Madrid, una de las zonas emblemáticas de la capital de EspañalarazonJosé Luis Martínez/EFE

Es un hecho del que ya nadie duda. La Comunidad de Madrid es la locomotora económica de España. Despunta en la mayoría de indicadores y apenas nota en sus niveles de empleo y actividad la evidente ralentización que se vive en otras regiones. Como Cataluña, a la que Madrid ha dado el sorpasso al frente del crecimiento. Éste se ha producido no solo por el régimen liberal que el Partido Popular ha impuesto en las finanzas y en la fiscalidad de la región. Se debe especialmente a la estabilidad política –que no se ha tambaleado ni tan siquiera por los casos de corrupción que apuntaron al Gobierno del PP–, al efecto de capitalidad –que atrae el mayor volumen de inversiones–, a sus grandes infraestructuras y red viaria, y a las facilidades que las autoridades han otorgado a empresas y ciudadanos para instalarse en la región.

Por contra, Cataluña ha seguido un camino inverso. Aunque sigue creciendo por encima de la media española, su peso específico en el PIB nacional ha ido cayendo, con una línea descendente muy tenue, pero que se ha visto agravada por los acontecimientos políticos secesionistas; por el mal momento de la industria –cuyo peso específico en el PIB catalán es muy alto–; por una fiscalidad que se ha multiplicado en los últimos años – los catalanes son los españoles que más impuestos locales y autonómicos pagan–,y por su gran dependencia del consumo interno y de los vaivenes del turismo.

Los siete años de crisis estrecharon la diferencia entre ambas comunidades hasta hacerla prácticamente imperceptible. 2018 marcó el punto de inflexión del crecimiento de ambas comunidades y 2019 ha otorgado a Madrid el título de locomotora económica de España a los puntos.

Primera en PIB

Y así quedó reflejado en el último informe de la contabilidad nacional, que situó a Madrid como la economía con mayor peso dentro el Producto Interior Bruto (PIB) nacional, con un 19,2% del total. Es la tercera vez que la economía madrileña supera a la catalana como motor económico –tras hacerlo en dos ocasiones durante la pasada crisis, en 2012 y 2013–, pero esta vez lo ha hecho sin contar con el «efecto crisis», que golpeó con mayor dureza a Cataluña que a Madrid. Durante la recuperación, la economía catalana se apoyó en el turismo, el consumo interno y las exportaciones para dar un estirón y recuperar el liderato perdido. Hasta ahora. Porque Madrid ha recuperado el cetro económico. El PIB madrileño a precios corrientes se situó al cierre de 2018 –el último año contabilizado oficialmente– en 230.794 millones de euros (19,2% de PIB nacional), mientras que el PIB catalán cerró en 228.682 millones (19%), una diferencia de 2.112 millones. Y las previsiones de BBVA Research auguran que Madrid repetirá en 2019 como la mayor economía del país, con un crecimiento previsto del 2,6%, por el 1,8% de Cataluña.

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La baza del empleo

La fortaleza de la región capitalina también se ve en el mercado laboral, ya que es una de las pocas regiones que puede presumir de tener una tasa de desempleo por debajo del 10%. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2019, Madrid dobló a la media del resto de comunidades en crecimiento del empleo, alcanzando un 4,6%. Pero si se tiene en cuenta solo el último trimestre, la cifra es aún más significativa, porque acaparó el 85% de los nuevos contratos en España –78.400 de los 92.600 firmados–, un ritmo de crecimiento cuatro veces superior al promedio nacional. Madrid lideró el año pasado la reducción del paro, con un -11,07%, casi cuatro veces más que la media nacional (-3,4%). A continuación se situaron Cataluña (-10,09%) y Navarra (-9,93%). Pero mientras Madrid tiene unas perspectivas positivas para 2020 –gracias a la pujanza y a la mejora en la contratación el sector Servicios–, a Cataluña le tocará sufrir, sobre todo por los despidos que se auguran en el sector industrial.

La apuesta inversora

Otro de los indicadores económicos que determinan la pujanza económica de una región es el volumen de inversión. Y desde 2016, la inversión extranjera se hundió en Cataluña casi un 64%, mientras que en Madrid se disparó un 259% –en el resto de España lo hizo un 154%–. Unas cifras demoledoras que tienen varias causas, pero la principal ha sido el temor que siempre provoca la inestabilidad política entre los inversores. Y en Cataluña no ha hecho más que crecer al albur del independentismo. En Madrid se invirtieron 85 de cada 100 euros, por los 6 que llegaron a la región catalana. Solo en el tercer trimestre de 2019, Madrid acaparó el 73,3% del total nacional. El efecto capitalidad, ser el corazón del sector financiero español y la calidad del sector servicios han decantado la balanza.

Pujanza empresarial

Ya apuntaban los datos que la línea ascendente de la economía de Madrid era más pronunciada que la catalana, pero la autoproclamada y suspendida declaración de independencia sembró el pánico entre las empresas instaladas en Cataluña, lo que provocó la huida de más de 5.400 de ellas, la mayoría con destino a la capital, según datos del Colegio de Registradores de España. Esta pérdida se ha ido ralentizando, pero el saldo final sigue siendo negativo para Cataluña, ya que apenas un 18% ha decidido volver a su origen.

Fiscalidades opuestas

La intención de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es que los madrileños tengan la menor presión fiscal de España. Pero se va a topar con el Gobierno de Pedro Sánchez, cuya ministra de Hacienda, María Jesús Montero, avanzó esta semana que van a presentar una propuesta para «armonizar» los impuestos cedidos a las comunidades autónomas en el marco de la reforma de la financiación autonómica para evitar, según defienden, la «competencia desleal» entre regiones. Todo un torpedo directo a la línea de flotación fiscal madrileña, que durante los últimos 15 años ha reducido la presión impositiva de sus ciudadanos, bonificando casi al 100% impuestos como Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, así como parte de las retenciones autonómicas en el IRPF. Todo lo contrario que en Cataluña, en la que la patronal catalana Fomento del Trabajo ha criticado duramente que los catalanes cuentan con 18 tributos propios, que los convierten en los españoles con más presión fiscal. Y la situación puede ir a peor, ya que en los Presupuestos de la Generalitat para este año se aumentarán significativamente: más gravamen a las bebidas azucaradas, menos bonificación al impuesto de Sucesiones, subida de la tasa a los pisos vacíos y aumento del IRPF en las rentas más altas.

Solidaridad Interregional

Los números no mienten. Según las balanzas fiscales de las comunidades, publicadas por el Ministerio de Hacienda, Madrid es la región que más aporta y la que menos recibe proporcionalmente de la caja de solidaridad regional. En comparación con los catalanes, los madrileños aportan casi el doble. Sin embargo, la comunidad que preside Quim Torra reclama un supuesto déficit fiscal de 16.000 millones, pese a que ha acaparado el 36% de las ayudas del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), tras recibir casi 70.000 millones de euros desde 2012. Todo lo contrario que Madrid, que está al margen de este tipo de ayudas.

Salarios y pensiones

Madrid, Canarias y Baleares son las únicas regiones en las que el sistema de reparto que financia las pensiones no tiene desequilibrios contables –se autofinancian y además aportan fondos a la caja común–. Por ejemplo, en 2018 Madrid aportó 2.074 millones de euros más de lo que recibieron sus pensionistas. Por contra, Cataluña necesitó 2.848 millones para cubir sus prestaciones.

Respecto a los salarios. Madrid, País Vasco y Navarra acaparan las rentas más altas: País Vasco (28.204,49 euros anuales por trabajador), Madrid (27.089,12) y Navarra (26.329,79). Pero Madrid reúne la mayor renta media y los barrios y municipios más ricos. Le sigue Cataluña, pero continúa perdiendo peso en el ranking.

Previsión

Todo apunta a que en 2020 se mantenga la prevalencia de Madrid porque la ralentización económica impactará más sobre el perfil económico de Cataluña, más proclibe a las tensiones comerciales, el retroceso industrial y la inestabilidad política.