Coronavirus
El coronavirus afecta ya al empleo de 2.673 millones de trabajadores en todo mundo
La pandemia provocará la pérdida directa de 100 millones de puestos de trabajo que no se recuperarán a corto plazo
Más de cuatro de cada cinco personas -el 81%- de las 3.300 millones que conforman la fuerza de trabajo mundial se han visto afectadas por cierres totales o parciales de su lugar de trabajo. “Los trabajadores y las empresas se enfrentan a una catástrofe, tanto en las economías desarrolladas como en las que están en desarrollo”, ha reconocido el director general de la OIT, Guy Ryder. “Tenemos que actuar con rapidez, decisión y coordinación. Las medidas correctas y urgentes podrían hacer la diferencia entre la supervivencia y el colapso”.
Esta es solo una de las terribles conclusiones de la segunda edición del Observatorio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que bajo el título de "El Covid-19 y el mundo del trabajo“ ha desgranado las consecuencias que esta pandemia ha causado en el mercado laboral mundial, lo que define como “la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial”. Esta segunda edición actualiza la que ya se publicó el pasado 18 de marzo e incluye información sectorial y regional sobre los efectos de esta crisis sanitaria. Según el nuevo estudio, de los 3.300 millones de trabajadores que componen el tejido laboral mundial, 2.673 se han visto afectados directa o indirectamente por esta crisis, de los cuales 1.250 millones de personas corren un alto riesgo de “drásticas y devastadoras” consecuencias -casi el 40% de la población laboral-, como despidos, disminución de los salarios y horas de trabajo. “Muchas de estas personas están empleadas en trabajos mal remunerados, de baja calificación, donde una pérdida imprevista de ingresos tiene consecuencias devastadoras”, indica el estudio.
En concreto, estima que se perderán 195 millones de empleos directos en el planeta una vez se vaya recuperando la normalidad. Según sus expertos, la pandemia y las medidas aprobadas para contenerla por los diferentes gobiernos provocarán que se pierda el 6,7% de las horas de trabajo a nivel mundial en el segundo trimestre de 2020, lo que equivale a los citados 195 millones. En su informe, el organismo calcula que entre abril y junio desaparecerán el 8,1% de las horas de trabajo en los países árabes -lo que equivale a cinco millones de trabajadores a tiempo completo-, el 7,8% en Europa -o lo que es lo mismo, 12 millones de empleos- y el 7,2% en Asia-Pacífico -125 millones-. Si se globaliza la cantidad de horas perdidas solo en los países más desarrollados, la cifra de empleos perdidos se situará en 100 millones, el 7% del total, por lo que se superará “con creces” las consecuencias de la Gran Recesión de 2008 provocada por la crisis financiera. Puntualiza el informe que ésta obligó a muchos países -algunos de ellos los más golpeados por el Cocid-19, como España o Italia- a adoptar políticas de austeridad fiscal muy estrictas y que redujeron los recursos para la sanidad pública, que ahora han tenido que potenciar de manera exponencial.
La OIT ha intentado “huir” de los datos especulativos, por lo que los economistas de la OIT han preferido utilizar para esta evaluación los cambios en las horas de trabajo, sobre los que existe más información y que reflejan tanto despidos como la reducción temporal del tiempo de trabajo, y así evitar que los datos sobre la contracción del empleo sean limitados. Su análisis por sectores revela una situación especialmente dura para los sectores ligados al turismo, la hostelería, la industria manufacturera no ligada a la sanidad, el comercio minorista y las actividades administrativas.
En sus conclusiones finales, la OIT advierte de que nada será igual después del Covid-19 y advierte de que todos los gobiernos deberán tener muy presente la evolución de la pandemia y las medidas políticas que se adopten para auxiliar a las empresas, preservar el empleo y los ingresos, y estimular la economía. “Las decisiones que tomemos hoy afectarán directamente la manera en que esta crisis evolucionará, así como la vida de millones de personas. Con las medidas correctas podemos limitar su impacto”, aseguró el el director general de la OIT. Por ello, pide que se activen políticas fiscales y monetarias que estimulen el empleo, así como sistemas de préstamos y apoyo financiero para las empresas. También reclama a las empresas que deberán asumir su parte y no dejar todas las decisiones a los distintos Ejecutivos. "Deben asumir la responsabilidad de mantener a sus empleados y anclarlos mercado laboral”. Para Ryder, todos deben actuar conjuntamente, con rapidez, decisión y coordinación. Las medidas correctas y urgentes podrían marcar la diferencia entre la supervivencia y el colapso”.
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