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La campaña de verano del turismo, en peligro: las fronteras estarán cerradas hasta octubre

El plan inicial del Gobierno es no abrirlas hasta entonces, aunque es una fecha orientativa

La campaña de verano del turismo exterior está, de momento, muerta antes de nacer. El Gobierno no prevé abrir las fronteras al menos hasta octubre. Así lo recoge el cronograma orientativo para la transición hacia una nueva normalidad elaborado por el Ministerio de Sanidad. El documento recoge entre el 4 de mayo y octubre “Fronteras exteriores cerradas y apertura progresiva y controlada”. En cualquier caso, el Ejecutivo deja abierta la posibilidad de cambiar las fechas en función de cómo evolucione el virus. “La evolución de la pandemia marcará los límites temporales de cada escenario, compatible con las etapas descritas, fase de preparación desescalada propiamente dicha y nueva normalidad hasta el fin del Covid-19″.

El daño para un sector tan importante para España como el turismo del cierre de fronteras es evidente. Y la UE lo sabe. La Comisión Europea ha pedido este miércoles a los gobiernos de la Unión que reabran sus fronteras interiores “lo antes posible” para ayudar a relanzar el turismo paralizado por el coronavirus, al tiempo que ha advertido de que no deben discriminar el paso en base a la nacionalidad y que las medidas deben adaptarse a la situación “epidemiológica”.

Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no ha puesto fecha, ni siquiera de forma aproximada, a la reapertura de las fronteras con Francia y Portugal, una decisión que ha vinculado en exclusiva a criterios de salud pública. En rueda de prensa conjunta con el titular de Sanidad, Salvador Illa, desde el Palacio de La Moncloa, Grande-Marlaska ha indicado que el deseo de España es reabrir sus fronteras interiores “cuanto antes, siempre que los criterios de salud pública permitan evidentemente quitar los controles en frontera”.

La patronal catalana Foment del Treball ha llamado la atención sobre algunas “situaciones contradictorias” como que se contemple la apertura de hoteles a un 30 % de su capacidad mientras están cerradas las fronteras y se prohíben los desplazamientos interprovinciales.

El Gobierno alemán ha insistido estos días en que el ciudadano probablemente no podrán hacer el próximo verano sus vacaciones en el extranjero, lo que implica la pérdida de un mercado emisor muy importante para el turismo español.