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Los problemas comerciales y el cierre del acuerdo de la PAC, retos de la agricultura en 2021

La política de aguas del Gobierno será el origen de muchos conflictos este año

El ministro de Agricultura, Luis Planas
El ministro de Agricultura, Luis PlanasChema MoyaEFE

El cierre de la reforma de la PAC será el eje central de la política agraria durante el año que acaba de comenzar, tanto en el conjunto de la UE, como en España. En Bruselas es necesario que las delegaciones del Consejo de Ministros, del Parlamento y de la Comisión Europea alcancen, en las reuniones de los famosos trílogos, un acuerdo sobre las principales diferencias que mantienen en este asunto. Uno de los más espinosos es el reparto de los fondos entre los diferentes instrumentos de esta política.

Mientras tanto, y en paralelo, en nuestro país los representantes del Ministerio de Agricultura y de las comunidades autónomas deberán avanzar en el sistema de aplicación de la nueva PAC, que comenzará en 2023, y en la elaboración del Plan Estratégico Nacional. Se trata de un asunto complicado y muy sensible desde el punto de vista político y económico, porque del pacto que se alcance dependerá la cantidad de dinero que recibirán en concepto de ayudas directas y de la política de desarrollo rural en cada una de las regiones. Ninguna de ellas está dispuesta a percibir menos que en la actualidad, lo que complica el reparto de «la tarta».

Al mismo tiempo habrá que prestar atención a las cuestiones comerciales. Durante las próximas semanas tendremos una idea más clara de las repercusiones del Brexit para las exportaciones agroalimentarias comunitarias, incluidas las españolas, al Reino Unido. En nuestro caso están en juego alrededor de 4.000 millones de euros al año. Es verdad que no hay aranceles ni cuotas en virtud del «Acuerdo de Nochebuena», pero también es cierto que el Reino Unido ha pasado a ser un país tercero con mayores controles en las aduanas y trabas burocráticas, lo que puede favorecer los envíos de otras naciones.

Además, siguen las espadas en alto en los diferentes conflictos comerciales que enfrentan a la UE y Estados Unidos. Habrá que esperar a que tome posesión la nueva Administración Biden y a sus primeros pasos. Pero no hay que hacerse ilusiones porque se marche Trump, ya que eso no significa que vayan a desaparecer los aranceles a los aceites de oliva o vinos españoles.

Por otro lado, y en el plano estrictamente interno, se avecinan conflictos en la guerra por el agua que se mantiene larvada entre diferentes regiones, con el Trasvase Tajo Segura como eje central. Además se anuncian movilizaciones de protesta, que comenzarán esta semana con los tabaqueros como protagonistas.