La emblemática compañía cántabra Sniace -productor líder de celulosa y de fibra viscosa para aplicaciones textiles, a partir de materia prima de origen renovable- se encuentra desde hace varios años en un arduo y tortuoso concurso de acreedores, que ha dado muchos titulares sobre la difícil situación en la que se ha desenvuelto todo el proceso en los últimos años, tras el primer intento en 2017 de volver a poner en marcha parte de sus instalaciones. Todo ello ha conllevado perjuicios económicos no solo a sus acreedores, sino también a los casi 400 trabajadores, éstos últimos los más damnificados y a los que se le ha sumado una crisis económica por la pandemia.

En este contexto, Textil Béjar e ICW Holding están negociaciones para adquirir la compañía, con la clara intención de reabrir sus puertas en un plazo muy corto de tiempo.

Si esta operación sale adelante, y tras una inversión de más de 25 millones de euros en la compra de la única fábrica de guantes que hay en Europa, en la capital portuguesa, Lisboa, Textil Béjar se convertiría en el mayor fabricante de textil sanitario de Europa. El beneficio sería inmediato e implicaría dejar por completo de depender del mercado asiático para el aprovisionamiento de este tipo de material. Por tanto, el objetivo último de Textil Béjar es que Europa deje de depender de la fabricación china de estos productos, y que así las instituciones, hospitales y los ciudadanos no se vean abocados a la escasez de estos productos, como ha pasado durante esta devastadora pandemia.

Textil Béjar fabrica, desde la ciudad salmantina de Béjar, mascarillas quirúrgicas IIR, mascarillas FFP2 y las innovadoras y premiadas mascarillas NAN300. Además, tiene una amplísima oferta en batas, patucos, gorros y demás material sanitario. Con la compra de la fábrica de Lisboa ampliará aún más su catálogo con la fabricación 100% de guantes de nitrilo.

Por su parte, ICW Holding retomaría la actividad de Sniace con el mantenimiento de toda la unidad productiva, para lo que contará con la plantilla de casi 400 trabajadores y permitirá el total relanzamiento de su actividad y producción desde una renovada empresa, que aportaría su propia impronta. Esta nueva compra reactivaría la zona para poder continuar con el proyecto industrial de la compañía centenaria. De esta manera, junto a Textil Béjar, relanzaría la única fábrica de gran envergadura de TNT y polipropilenos de España, con materia prima propia, algo vital para recuperar la independencia de la industria sanitaria española y defenderla de mercados exteriores.