Crisis
El Banco de España augura una reactivación en verano por el turismo
Sólo un 20% de las empresas encuestadas por el banco emisor quieren acudir a los fondos europeos. Otro 20% prefiere promover el teletrabajo
¿España vislumbra ya luz a final del túnel? ¿Será un rebote o, por el contrario, se convertirá en una recuperación duradera y sólida en el tiempo? Estas son las grandes incógnitas a despejar en estos momentos, a las que el Banco de España arroja dosis de claridad con su tercera edición de la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Económica (EBAE). Esta edición confirma la recuperación de la producción y del empleo en el segundo trimestre del año y anticipa un repunte adicional en los meses de verano de la mano del turismo, gracias a la velocidad de crucero conseguida por el proceso de vacunación anticovid. En este contexto, esta mejoría es más acusada en las ramas de servicios, especialmente afectadas por las restricciones a su actividad en los trimestres pasados para frenar el avance de la pandemia. Según el Banco de España, la mejora de las perspectivas a corto plazo se traslada con cierta intensidad hacia el futuro, lo que daría lugar a un adelantamiento apreciable del momento en el que las empresas españolas recuperarían el nivel de actividad precrisis. Eso sí, el otro lado de la moneda de estos datos es la espiral alcista registrada por los precios. Los resultados de la EBAE muestran la prolongación del repunte de los precios pagados a proveedores que las empresas ya anticipaban en la edición anterior y su incipiente repercusión en los precios cobrados por sus productos. En este sondeo una muestra de las sociedades no financieras de nuestro país evalúan la evolución de su actividad en el trimestre corriente y las perspectivas a corto plazo. La encuesta fue remitida el pasado día 4 de mayo para su cumplimentación online a una muestra de cerca de 13.000 empresas, de las cuales un 44% son colaboradoras habituales de la Central de Balances.
Pese al mejor escenario, las respuestas revelan, simultáneamente, que, a juicio de las empresas encuestadas, sigue estando distante el momento en que se produzca una plena normalización de la dinámica de la actividad y del empleo. No obstante, las empresas españolas afirman, en promedio, haber observado una evolución positiva de su actividad, aunque de una magnitud modesta, en el segundo trimestre del año en relación con los tres meses anteriores. Este resultado contrasta con los descensos declarados tanto a finales de 2020 como en el primer trimestre de 2021. El aumento de la facturación en el período abril-junio confirmaría las perspectivas de mejoría que las empresas ya vislumbraban hace tres meses para este período. En el segundo trimestre se ha producido un aumento significativo de la proporción de empresas que afirman haber observado un aumento de su facturación. En concreto, el porcentaje de encuestados cuyas ventas han crecido en este período es del 30%, muy por encima del 13,3% del trimestre anterior. Por otro lado, la mayor parte de las empresas indican que en el segundo trimestre su facturación se mantiene estable con respecto al primero, un 46,4%, y esta proporción es similar a la observada en la edición anterior de la encuesta. Los encuestados anticipan una mejoría adicional para el tercer trimestre del año, período en el que la proporción de empresas que esperan un aumento de su actividad aumentaría en unos 10 puntos porcentuales, hasta acercarse al 40%. Por el contrario, el porcentaje de sociedades que anticipan una disminución de su facturación en los meses de verano caería unos 6 puntos, hasta el 17,6%.
La recuperación de la facturación durante el segundo trimestre del año es generalizada por ramas de actividad. De hecho, la mejoría estaría siendo más intensa en algunas de las ramas de servicios, como la hostelería, el comercio y el transporte, en las que los descensos habían sido también más acusados con anterioridad, como consecuencia del impacto de las medidas de contención de la pandemia. La rama cuyas empresas reportan, en el segundo trimestre, un mayor aumento de su facturación es la de información y comunicaciones, actividades cuya demanda se ha visto impulsada en la situación actual. Cuando se pregunta a las empresas por los condicionantes de su actividad, los resultados apuntan a un impacto cada vez menor de factores como la incertidumbre, la evolución de la demanda o las dificultades para el cobro a los clientes. El acceso a la financiación o la disponibilidad de mano de obra también experimentan una cierta mejoría, aunque de menor intensidad. Además, a escala agregada, no se detectan problemas asociados a los suministros realizados por los proveedores habituales.
Sin embargo, en las ramas manufactureras y de comercio ha aumentado el porcentaje de empresas que declaran un impacto negativo de este factor sobre su actividad. En concreto, el 24% de las empresas manufactureras se encuentran en esta situación, casi 10 puntos más que a finales de 2020, lo que, al menos en parte, podría estar reflejando las dificultades que algunas de ellas estarían experimentando para el suministro de algunos componentes electrónicos, dado el exceso de demanda de estos componentes a escala global.
Empleo
El volumen de empleo en las empresas encuestadas habría permanecido estable en el segundo trimestre del año, frente a las expectativas declaradas en la edición anterior, que apuntaban a un modesto retroceso. Para los meses de verano, las empresas de la muestra prevén un pequeño aumento del empleo. Por ramas de actividad, en el segundo trimestre la mejora del empleo está teniendo también, como en el caso de las ventas, un carácter generalizado. En línea con el patrón de recuperación observado en la facturación, cabe destacar la acusada mejoría experimentada en la hostelería, donde el empleo ha tendido a estabilizarse tras los pronunciados retrocesos de los dos trimestres anteriores. En el lado opuesto, las actividades administrativas mostrarían en el segundo trimestre un descenso del empleo muy similar al del primero. Los mayores avances de la ocupación se estarían observando, como en el caso de la facturación, en las ramas de información y comunicaciones y de los servicios de no mercado.
Las empresas de menor dimensión declaran una evolución comparativamente menos favorable de su facturación y del empleo. En cuanto a las causas que podrían explicar estos desarrollos, el análisis de los condicionantes de la actividad empresarial desvela que las sociedades de menor tamaño reportan dificultades más acusadas para el acceso a la financiación y una menor fortaleza de la demanda.
Por ramas de actividad, el aumento de los precios de venta se ha concentrado en la industria y el comercio. Por el contrario, la mayor parte de las actividades de servicios, aún muy afectadas por el impacto de la crisis, declaran caídas adicionales en el precio de sus productos. De cara al tercer trimestre, se mitigarían los descensos de los precios en la mayor parte de estas ramas.
A por los fondos europeos
Además, como en la anterior, esta edición de la encuesta ha recabado información acerca de las actuaciones que las empresas tienen intención de llevar a cabo, en un horizonte de seis meses para adaptarse a los cambios ocasionados por la crisis sanitaria en el entorno en el que se desenvuelve su actividad. En este sentido, cerca de un 20% de las empresas planean reducir inversiones, una proporción similar declaran su intención de recurrir a nuevos créditos ICO, casi un 10% pretenden ajustar a la baja las horas trabajadas o los niveles salariales, y proporciones inferiores anuncian que solicitarán nuevos ERTE o ampliarán capital y, en el peor de los casos, se plantean cesar su actividad.
Un segundo grupo de medidas persiguen adaptar la actividad de las empresas al nuevo entorno poscrisis. En ese sentido, un tercio de las sociedades encuestadas declaran que harán inversiones adicionales en nuevas tecnologías, mientras que en torno a una cuarta parte de ellas planean reorientar su actividad hacia nuevos mercados o productos y una proporción similar pretenden desplegar nuevos canales de venta. Además, alrededor de un 20% quieren participar de las convocatorias de los fondos europeos y otro 20% apuesta por fomentar el teletrabajo.
La mejora de las perspectivas económicas se refleja en que una cuarta parte de las empresas manifiestan su intención de reincorporar a la actividad productiva a trabajadores en ERTE. Además, la progresiva mejoría de la situación económica llevaría también a una menor probabilidad de solicitar nuevos ERTE, realizar medidas de ajuste de los salarios o de la jornada laboral y reducir inversiones.
Finalmente, la encuesta ha preguntado a las empresas por sus expectativas acerca del momento en que recuperarán el nivel de actividad observado a finales de 2019, antes de la llegada de la pandemia. Por un lado, el porcentaje de empresas que responden que hay demasiada incertidumbre como para poder realizar una previsión fiable sobre ese momento se ha reducido muy significativamente, desde el entorno del 45% a finales de 2020 hasta algo más del 25% en el segundo trimestre. Por otro lado, la proporción de empresas que esperan recuperar su nivel de facturación en 2022 ha crecido hasta casi el 30% del total, 20 puntos más que en la encuesta de finales de 2020. La mejora de las perspectivas a medio plazo tiene un carácter bastante generalizado por ramas, incluida la hostelería, donde, a pesar de ello, solo un 8% de las empresas prevén recuperar el nivel de actividad precrisis antes de finalizar 2021 y casi el 30% de ellas anticipan que ello ocurrirá solamente más allá de 2022, porcentajes que contrastan con el 45% y el 11,5%, respectivamente, en el caso de las ramas industriales.
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