Sector aéreo

El nacionalismo catalán riega con 120 millones el resto de aeropuertos tras su negativa a ampliar El Prat

Los 120 millones presupuestados para la terminal catalana se repartirán entre el resto de instalaciones en proyectos como el impulso a las energías renovables, la sostenibilidad o la innovación

Concentración contra la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat el pasado 19 de septiembre
Concentración contra la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat el pasado 19 de septiembreKike RincónEuropa Press

El aplazamiento de la ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Pratpor las discrepancias en el seno del Gobierno nacionalista catalán tendrá un buen puñado de beneficiarios: el resto de aeropuertos de la red de Aena. Los 120 millones de euros que el gestor tenía previsto invertir en el proyecto se destinarán a proyectos transversales “no regionalizables para toda la red de aeropuertos” de la compañía como el impulso a las energías renovables, la sostenibilidad o la innovación. Así lo recoge el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA), que establece las condiciones que deberán cumplirse en los aeropuertos de la red de Aena en materia de calidad y medioambiente, capacidad e inversiones, así como la senda tarifaria para el periodo 2022-2025 y que hoy ha presentado la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez.

La ministra, que sigue pensando que se ha “perdido una oportunidad de contribuir a un futuro para mejorar Cataluña y también para España” con la parálisis de la ampliación del aeropuerto barcelonés; ha detallado que serán casi 245 millones de euros los que se destinen en los próximos años a El Prat. Serán, no obstante, millones destinados, sobre todo, a la seguridad operacional y de personas, el mantenimiento de las instalaciones y a la sostenibilidad, pero en ningún caso a su ampliación.

En total, el DORA II contempla unas inversiones reguladas de 2.250 millones de euros. Una cantidad que Sánchez ha considerado “adecuada” para un sistema aeroportuario que alcanzará una capacidad de unos 348 millones de pasajeros a final del periodo de vigencia del plan, apenas uno más que en 2025. Desde el Mitma defienden que este plan no es expansivo en cuanto a capacidad porque las inversiones para ganarla ya se hicieron en el pasado y no son necesarias ahora. De hecho, sus previsiones apuntan a que, al final del periodo, se llegará a los 282 millones de pasajeros y que los niveles prepandemia llegarán a finales de 2025.

Barajas sí

Sánchez ha explicado que el DORA II da inicio a las actuaciones necesarias para ampliar el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que se materializará en el siguiente documento regulatorio, a partir de 2027. Con esta ampliación, el “hub” de Madrid podrá expandirse hacia rutas de Asia-Pacífico y se prevé que aumente su contribución al PIB de la Comunidad de Madrid hasta el 12% desde el 9,3% actual. El aeropuerto madrileño cuenta ya con un 30% de pasajeros en tránsito, con una cuota de mercado del casi 26% en las rutas con Latinoamérica.

El DORA II se limitará a abordar los trabajos técnicos para la ampliación y las obras en la T4 y la T4S a partir de 2025, con una inversión regulada de 404 millones de euros.

Junto a las inversiones reguladas, el DORA II recoge también la senda tarifaria para los próximos cinco años. Lo recaudado con estos peajes sirve para financiar las inversiones que recoge el documento. Por eso, para los planes de Aena, resulta tan determinante este aspecto. Sánchez ha resaltado que la congelación tarifaria recogida en el DORA II ayudará a la reactivación y renovación del sector tras la pandemia. Sánchez ha alegado que el DORA garantiza “unas tarifas aeroportuarias competitivas”, un “aspecto clave” para garantizar “el proceso de recuperación del sector aéreo durante los próximos años”