Macroeconomía

Otro varapalo al optimismo del Gobierno: Funcas también rebaja el crecimiento hasta el 5,1 para 2021

Advierte de que el alza de los costes puede durar más de lo previsto y convertirse en el principal lastre de la recuperación económica

El optimismo del Gobierno respecto al crecimiento económico cada vez parece estar más lejos de la realidad. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y la AIReF habían sido los últimos en insistir en que las previsiones del equipo de Pedro Sánchez no son realistas, y ahora ha sido Funcas quien se ha sumado a este barco, que acumula ya muchos pasajeros.

Funcas ha rebajado 1,2 puntos, hasta el 5,1%, la previsión de crecimiento de la economía española para 2021. Uno de los motivos de este cambio ha sido la revisión a la baja que realizó el Instituto Nacional de Estadística (INE) del dato de PIB correspondiente al segundo trimestre. En una rueda de prensa que se ha celebrado esta mañana, Carlos Ocaña, director general de Funcas, y Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, han presentado las previsiones para España 2021-2022 y han reconocido que la corrección del INE modifica sustancialmente el panorama económico. También han señalado a la demanda interna, cuya aportación se reduce en seis décimas. Destaca a su vez un crecimiento menor del previsto en el consumo privado de los hogares, relacionado con el alza de los precios; y el alza de los costes de producción, que hará especial daño a la actividad empresarial y provocará un descenso a nivel de inversión. Si miramos hacia la parte más positiva, el consumo público es el principal agregado de la demanda interna que se ha revisado al alza, y que va ligado a la evolución del gasto de las administraciones en personal.

Sin embargo, de cara a 2022, Funcas prevé un crecimiento del PIB del 6%, dos décimas más que la anterior previsión, a pesar de los problemas que se están acumulando en la cadena de suministros y las constantes subidas en el precio de la luz. Este optimismo va relacionado con la demanda nacional, que según los expertos, seguirá siendo el motor de la economía, con una aportación de 5,4 puntos. El consumo privado también se revisa al alza debido al desplazamiento a 2022 de parte de la demanda embalsada que se esperaba para 2021, así como al aumento de renta disponible de las familias, derivada del freno del bote inflacionario que se espera a partir de primavera.

Esta entidad prevé a su vez que durante el año que viene la inversión sea el componente que más aumente, gracias a los fondos europeos y a la mejora del excedente bruto de explotación, que volvería a niveles prepandemia. No obstante, como ya han hecho otros organismos, se ha señalado que el encarecimiento de la electricidad y de otros productos energéticos, y los cuellos de botella de suministros como los semiconductores, los metales y los minerales, seguirán presionando la inflación.

Por otra parte, Funcas ha aportado también algunos datos sobre el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado. Considera que el déficit público será del 6% en 2022, un punto menos de lo que se apunta en la antesala del libro amarillo; y que la deuda pública se situará en cotas cercanas al 117% del PIB.

Respecto al alza de los costes que estamos viviendo en la actualidad, Funcas ha avisado que esta situación podría durar más de lo previsto, y si llegara más allá de la próxima primavera, los hogares y las empresas se enfrentarían a recortes de poder adquisitivo que restarían vigor a la demanda. La inflación alcanzaría el 2,9% en 2022 (siete décimas más que en el escenario central), frenando el rebote de la demanda interna, y el crecimiento del PIB se recortaría hasta el 5,5% (medio punto menos).