Motor

Los concesionarios no pueden entregar 250.000 vehículos al no llegar de las fábricas por la crisis de los chips

Los concesionarios acumulan esta bolsa de pedidos que no pueden satisfacer

Concesionario de coches
Concesionario de cochesJesus G. FeriaLa Razón

El pasado mes de octubre, Sébastien Guigues, director general de Renault España, afirmaba a LA RAZÓN durante una entrevista que había que decirle la verdad al cliente. Y esa verdad hacía referencia al plazo de entrega de los nuevos vehículos, cuyo tiempo, según modelos, oscila entre los tres y los seis meses para todos los fabricantes a excepción de los asiáticos como Kia o Hyundai. En la misma línea apuntaba Juan López Frade, presidente de Suzuki Ibérica, que afirmaba en una reciente rueda de prensa que los planes de las marcas en general se hacían cada una o dos semanas, algo impensable hasta hace unos meses.

Son las consecuencias de la incertidumbre que genera la crisis de los chips, que está poniendo patas abajo la industria del motor, no sólo en España, sino también en Europa. Ayer mismo, la asociación de concesionarios, Faconauto, ofrecía el dato real que refleja la situación. Los concesionarios acumularán una bolsa de pedidos de unos 250.000 vehículos hasta final de año por el retraso en las entregas provocado por la crisis de los semiconductores, compras en firme que al tener que matricularse en 2022 se verán gravadas por la subida del impuesto de matriculaciones a partir del 1 de enero.

Esos 250.000 vehículos son ventas en firme realizadas principalmente en el último trimestre del año, que no se convertirán en matriculaciones hasta los primeros meses de 2022, según vayan llegando desde las fábricas. Los compradores de estos vehículos se verán afectados por la subida del Impuesto de Matriculación, efectiva desde el próximo 1 de enero, cuando se revertirán los tramos del impuesto vigentes desde julio de 2021 y que, en la práctica, suponían la congelación del tributo. Según cálculos de Faconauto, por este motivo los vehículos se encarecerán una media de entre 800 y 1.000 euros, que se verán obligados a asumir los clientes.

Faconauto ha venido pidiendo al Gobierno y a los partidos políticos una segunda prórroga en la aplicación de los nuevos tramos del Impuesto de Matriculación, mientras se regulariza el mercado y para no penalizar a esos compradores. Además, señala que la prórroga daría certidumbre al mercado y evitaría lastrar unas matriculaciones que están ya muy deprimidas.

El presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, señaló que el sector no puede afrontar un nuevo año con las ventas por debajo de las 900.000 unidades, por lo que la nueva moratoria en la subida del impuesto de matriculación, debería ir acompañada de otras medidas para regularizar el mercado. La escasez de chips afecta a la industria del motor, y más aún a la movilidad eléctrica. Hay expertos que creen que se corregirá en uno o dos años, otros que durará más y la Comisión Europea se ha propuesto desarrollar una industria de semiconductores en la UE que suponga el 20% de la producción mundial en 2030.

Se trata de una estrategia similar a la diseñada en Bruselas para las baterías, donde la UE también quiere crear un sector comunitario que integre toda la cadena de valor, con el problema añadido de que materias primas como el litio, el grafito o el cobalto se importan de Chile, Bolivia, China o República Democrática del Congo, y que las reservas son escasas y su reciclaje complejo.