La cesta de la compra se une a la luz y los carburante y dispara su precio

Los elevados precios de la electricidad, seguidos por el aumento de los carburantes y el encarecimiento de la cesta de la compra, fueron factores determinantes que contribuyeron a una imparable escalada de la inflación, cerrando diciembre con un crecimiento interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) del 6,5% y que el pasado enero, aunque se moderó, se mantuvo en un nivel elevado del 6%.

A pesar de la moderación del IPC interanual el pasado mes, a raíz de una bajada de precios de la electricidad, esta cifra ya supone ya decimotercera tasa positiva consecutiva, la cual tiene un impacto directo en el sector alimentario y en la cesta de la compra.

Hacer la compra semanal es uno de los gastos y actividades básicas que todos los ciudadanos compartimos, no obstante, el continúo encarecimiento de la cesta de la compra pone en serios problemas el desarrollo de la vida de muchas familias.

Así lo corroboran los datos de enero del Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD), elaborados por la organización agraria COAG, en los que miden la evolución de los precios de origen (lo que percibe el agricultor o ganadero) y de destino (lo que llega al consumidor) de más de una treintena de alimentos frescos que llenan la cesta de la compra.

Los precios en destino han mostrado un crecimiento medio del 4% en enero de este año comparado con el mismo periodo de 2021, dado que 23 de los 33 productos han sufrido incrementos. El alimento fresco que más escaló fue la alcachofa, dado que este enero tenía un precio de 3,92 euros el kilo, un 22,5% más que un año antes; y a este le siguió la mandarina con un incremento del 21,8% hasta alcanzar los 2,74 euros el kilo. El calabacín y la coliflor siguieron de cerca este repunte, aumentando un 21,7% y un 21,6% respectivamente, hasta situarse en los 3,03 euros y 1,97 euros el kilo.

Además de estos, hubieron otros cuatro productos que sufrieron unos incrementos por encima del 10% respecto a enero de 2021: la pera con un aumento del 15,6%, el plátano con una subida del 15,3%, la manzana con un 11,2% más que hace un año y los tomates de ensalada con un incremento del 10,1%.

“Los costes de producción están subiendo y eso repercute en toda la cadena”, analiza Álvaro Areta, responsable técnico de cadena alimentaria de COAG. “Lo que se produce en invernadero se ha parado y hay menos producto. En el centro de Europa, por ejemplo, las producciones están muy paradas por el encarecimiento del gas”.

Diferencia entre origen y destino

Los productos agrícolas multiplicaron en enero su precio en 4,95 veces desde lo pagado en origen y lo abonado en destino, mientras que en el mismo mes del año pasado, el múltiplo fue de 4,22. No obstante, en el caso de los productos ganaderos, el precio disminuyó situándose en 3,12 frente a los 3,41 de enero de 2021. En este caso, los precios de origen aumentaron proporcionalmente por encima de los de destino, por lo tanto, esto hizo que se acostaran las diferencias, a pesar de que todos los productos cárnicos crecieron en el precio final.

El pollo fue el producto ganadero que más aumentó, un 8,7% hasta los 2,99 euros el kilo, seguido del cordero con un aumento del 8,3% y de la ternera con un 5,5% más que en 2021. Los huevos, el conejo, el cero y la leche de vaca también sufrieron unos aumentos aunque en menor medida, con un incremento del 6,7%, 4%, 1,7% y 1,3%, respectivamente.

Pero no todo fueron subidas, dado que hasta 10 productos han reducido su precio en el último año. El que más fue el pepino, un 18,8%, seguido de la lechuga (-15,2%), naranja (-15,2%), pimiento verde (-13,1%) y la cebolla (-11,8%). Otros como el fresón, pimiento rojo, el ajo, la zanahoria o el brócoli también han bajado, aunque en menor proporción, reduciéndose menos del 10%.

La alcachofa reduce su precio un 16,4% frente a niveles prepandemia

En cuanto a los precios de destino, estos se incrementaron un 3,6% en enero de este año comparado con niveles prepandemia, es decir, el mismo mes de 2020, ya que 22 de los 33 productos aumentaron sus precios, en los que nueve de ellos lo hicieron a dobles dígitos.

A pesar de que la mandarina y el calabacín se mantienen en el podio, la alcachofa en enero de 2020 tenía un precio de 4,69 euros el kilo, lo que supone una bajada del 16,4% frente al precio actual, sitúandose en 3,92 euros el kilo.

En el caso de la mandarina, este alimento en enero de 2020 tenía un precio de 1,95 euros el kilo, escalando en 2021 a 2,25 euros el kilo y situándose en la actualidad en 2,74 euros. Por lo tanto, esto supone una variación significativa del 40,5% del precio actual respecto a los niveles prepandemia, mucho más elevada que el 21,8% que registró frente a 2021.

En cuanto al calabacín, este producto se posicionó en segundo lugar, ya que en enero de 2020 tenía un precio de 2,39 euros el kilo, situándose en la actualidad en 3,03 euros, lo que supone un repunte de un 26,8%, una variación unos puntos más elevada que respecto a la de 2021.

El podio en este caso lo cierra la berenjena, producto que en enero de 2020 tenía un precio de 2,40 euros el kilo, escalando en 2021 a 2,73 euros el kilo y situándose en la actualidad en 2,86 euros. Por lo tanto, la variación actual respecto a niveles prepandemia fue del 19,2% frente al aumento del 4,8% que registró respecto a 2021.

No obstante, no todo fueron aumentos, sino que 11 productos redujeron su precio respecto a 2020. El que más fue el pepino, un 30,1%, seguido de la lechuga (-26,9%), cebolla (-16,7%), alcachofa (-16,4%), pimiento verde (-14,2%) o el pimiento rojo (-9,8%). A estos alimentos se les sumaron la patata, la coliflor, el fresón, el limón y la naranja aunque en menor proporción.