Movilidad

Los expertos para la reforma fiscal proponen un “impuestazo” de 12.500 millones al coche

Su propuesta a Hacienda pasa por incrementar la fiscalidad de los carburantes, matriculación y circulación e implantar peajes en autovías y acceso a ciudades

Si el Gobierno sigue al pie de la letra las recomendaciones del comité de expertos para la reforma fiscal, usar el coche en España puede acabar convirtiéndose casi en un artículo de lujo. El Libro Blanco para la reforma del sistema tributario que ayer entregó esta comisión a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, contiene una panoplia de medidas encuadradas en el objetivo de mejorar la fiscalidad verde que encarecerían sobremanera los costes por usar el coche.

El documento de 800 páginas no pretende ser una reforma fiscal en sí misma sino “analizar los elementos que puedan ayudar a llevarla a cabo”, como explicó durante su presentación Jesús Ruiz-Huerta, que ha presidido este comité de expertos. Ruiz-Huerta aseguró que, tras hacer un análisis del sistema fiscal español, su diagnóstico es que hay intensas demandas y necesidades de financiación para los servicios públicos, cubrir el déficit o afrontar otros retos como el envejecimiento o el cambio tecnológico. Y para afrontarlo este desafío, los expertos creen que es imprescindible “ampliar las bases tributarias”. Y la fiscalidad verde es un camino en el que a España, según estos catedráticos, le queda mucho margen para aumentar su recaudación, especialmente en lo que a los impuestos que gravan la circulación de coches directa o indirectamente se refiere.

Para empezar, consideran que, tal y como también defiende el Gobierno, se debe avanzar en la equiparación de la fiscalidad del diésel y la gasolina, en línea con la directiva sobre fiscalidad de la Unión Europea, según explican. Además de esta equiparación, sostienen también la conveniencia de dar una vuelta de tuerca a la fiscalidad de ambos combustibles. Con estas modificaciones, se podrían recaudar 8.504 millones de los algo más de 15.000 millones de euros que, según sus estimaciones, España puede recaudar a través de impuestos ambientales.

Peajes

Pero sus recomendaciones para gravar el uso del coche no se limitan a los carburantes. El Libro Blanco también está a favor de una de las medidas que está cocinando a fuego lento el Gobierno: los peajes. Tanto en vías de gran capacidad como urbanos, a los que el Ejecutivo ha abierto ya la puerta en la nueva Ley de Movilidad. El trabajo llama a considerar peajes en autovías en relación con la distancia recorrida y a través de dispositivos electrónicos tipo a los usados en Portugal. Según sus simulaciones, con el pago de 1 céntimo/kilómetro para vehículos ligeros y de entre 3 y 4,9 céntimos/kilómetro para pesados, el Estado podría ingresar entre 1.172 y 1.400 millones. En cuanto a las tasas de congestión para ciudades, y aún reconociendo el carácter regresivo de esta medida, al no diferenciar entre capacidad económica, proponen usar parte de la recaudación a mejoras en el transporte público y mitigar así este defecto.

Además, también proponen una modificación del Impuesto de Circulación que supondría 610,8 millones más de recaudación y otra del de Matriculación para reunir 2.335,1 millones adicionales; y la tributación de combustibles de la aviación, marítimos y agrarios con el objetivo de recaudar 1.701 millones. En este sentido, los expertos abogan por gravar el queroseno -el combustible para la aviación está ahora exento de impuestos- e introducir un impuesto a los billetes de avión para desincentivar el uso de este modo de transporte cuyas emisiones se han incrementado mucho en los últimos años. Al mismo tiempo, son partidarios de reducir impuestos a la electricidad.