Razones por las que ahorrar no es fácil y consejos para conseguirlo

Pagar facturas de la luz cada vez más costosas, hacer compras para el hogar o llenar el depósito del vehículo cada mes pueden ser unos impedimentos significativos que condicionen la capacidad de ahorro de los ciudadanos.

No obstante, a su vez, estos contratiempos económicos hacen que los españoles mantengan su afán previsor ante estas situaciones. Tanto es así, que los depósitos de las familias cerraron el primer mes del año en 959.600 millones de euros, lo que supone un aumento del 4,57% respecto a 2020.

Entonces, ¿qué es lo que realmente condiciona el ahorro? De acuerdo con la economía del comportamiento, esta nos muestra que somos menos relacionales de lo que creemos, entonces hacemos uso de sesgos conductuales o atajos mentales, que simplifican la toma de decisiones, pero a su vez nos alejan del pensamiento racional, lo cual tiene un efecto directo en nuestro comportamiento.

En este sentido, el sesgo del presente hace que la persona prefiera una gratificación inmediata en vez de pensar en una satisfacción futura a largo plazo. A pesar de que nos ponemos metas para el futuro, estas no suelen ejecutarse y finalmente acabamos procrastinando en nuestro objetivo. Esto se debe principalmente a que no somos capaces de visualizarnos a nosotros mismos en esa situación, viendo la jubilación como un momento muy lejano.

Por tanto, es fundamental ahorrar o acumular un colchón, ya que cuando se nos presentan situaciones inesperadas, debemos estar preparados para hacerlas frente. No obstante, aunque por norma general, el resultado será que no ahorremos, ya que implica un sacrificio hoy para obtener un beneficio el día de mañana; debemos buscar unos trucos que nos ayuden a cumplir con nuestro objetivo.

Consejos para cumplir con nuestras metas de ahorro

• Aportaciones periódicas: Las personas que tengan intenciones de ahorrar deben establecer a priori una serie de aportaciones constantes en el tiempo ya sea en planes de pensiones o fondos de inversión.
• Compromiso: El interesado deberá estar comprometido de antemano con realizar dicho ahorro, y en el caso de que se produzca una reducción de gastos, como terminar de pagar la hipoteca, este importe con el que no contábamos anteriormente deberá ser ahorrado.
• Hacer uso de huchas digitales: Estas son cuentas de ahorro o productos de ahorro provisional como planes de pensiones, las cuales se encuentran vinculadas a nuestra cuenta principal. Asimismo, a priori, se pueden establecer transferencias automáticas de la cuenta principal hacia la hucha virtual, facilitando así el proceso de ahorro, ya que será el banco encargado de realizar dichos traspasos de dinero.
• Concienciarse: Es importante que tengamos en cuenta que después del salario que obtengamos, a este hay que descontarle los gastos esenciales, y el siguiente paso sería reservar un dinero mensual para el ahorro antes de gastarlo en ocio, aficiones o aquellos que no sean estrictamente necesarios.
• Pequeñas renuncias: Los cambios más mínimos pueden ayudarnos a ahorrar, ya que son aquellos “gastos hormiga” que hacemos inconscientemente los que pueden suponer un mayor despilfarro, es decir, en vez de tomar un café en la oficina, sustituirlo por uno de casa.
• Recurrir a sistemas de pensiones a través de consumo: Esto quiere decir que la persona interesada en ahorrar dinero para la jubilación hará uso de una serie de automatismos establecidos a priori y vinculados al consumo o gasto para lograrlo como el sistema de redondeo, es decir, de los importes de las compras pagadas a través de tarjetas de crédito, hacemos un redondeo que se aporta a la hucha digital.

Los ingresos limitan nuestra voluntad de ahorro

Para muchas personas con ingresos medios y bajos, la capacidad de ahorrar se ve bastante limitada debido a los altos gastos que deben hacer frente cada mes. No obstante, a pesar de la dificultad que conlleva, estos podrían encontrar pequeños trucos para poder ahorrar o cumplir con otras metas financieras que tengamos en mente:

• Llevando una gestión, control y un seguimiento de su economía personal, es decir, calcular los ingresos que reciben frente a gastos que suelen realizar cada mes.
• Destinando parte de su consumo a ahorro, es decir, a través de las previamente mencionadas pensiones del consumo.
• Apartando para el ahorro un pequeño importe o porcentaje que destinaríamos al gasto mensual que tiene que ver con el ocio u aquellos que pueden ser perfectamente evitables, como pueden ser los “gastos hormiga”.