Bajada del 40%

¿Por qué no baja la gasolina si el petróleo ha caído a los 100 dólares?

Unos 23 euros de cada 50 que repostamos son impuestos, según los operadores petrolíferos españoles

Precio del barril de petróleo Brent, en dólares FOTO: T. NIETO
Precio del barril de petróleo Brent, en dólares FOTO: T. NIETOLa Razón

El barril de Brent, el crudo de referencia en Europa, cotiza hoy a 100 dólares de media. Esto supone una caída del 30% desde los 130 dólares que marcó el pasado 8 de marzo y del 40% sobre los máximos que se registraron ese día, próximos a los 140 dólares. Sin embargo, pese a la relativa relajación de los precios de la materia prima, los combustibles de automoción más demandados en España, el gasóleo y la gasolina súper, no bajan en esa proporción y siguen anclados en máximos históricos.

Aunque los combustibles que repostamos hoy se refinaron con barriles pagados en el entorno de los 75 dólares, su precio se ha disparado como consecuencia de la elevada demanda ante el temor a problemas en los suministros y a un mayor encarecimiento durante la primavera. Más aún si, como anuncia la Agencia Internacional de la Energía, se produce un “shock” en el suministro por el empecinamiento del régimen ruso de Vladimir Putin en mantener la invasión sobre Ucrania alarga las sanciones Occidentales contra Rusia y su producción petrolera, que tendría que ser suplida por EE UU, Brasil, Guyana y Canadá.

En primer lugar, los precios de la materia prima, el crudo, representan solo 17 euros de cada 50 euros que repostamos, según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP). UNos nueve euros corresponden al coste de la logística y comercialización, y un euro es el margen bruto mayorista. Por contra, 23 euros de esos 50 son impuestos, según la AOP.

Con los combustibles ocurre lo que los economistas denominan el efecto pluma y el efecto cohete. Cuando llega la hora de abaratar los precios de la gasolina o del gasoil porque el crudo rebaja su precio, los costes en los refinados tardan en moverse y caen como una pluma pese a que a la inversa sube como un cohete.

En este sentido, además de la cuestión impositiva, las variaciones a la baja del precio de los combustibles tienen que ver con la demanda y elaprovisionamiento que realizan los suministradores. Las empresas adquieren sus reservas de combustible en función del precio actual, por lo que una caída drástica en el precio del petróleo no va a tener un reflejo inmediato en el precio del surtidor para no vender a pérdidas.

Por último, en la evolución en ambos sentidos incide la variación de las divisas. Los barriles de petróleo se pagan en dólares, por lo que la fluctuación respecto al euro también impacta en los surtidores.