Nueva crisis

Nuevo golpe al sector alimentario: ahora sin aceite de palma indonesio

El mayor productor mundial veta la exportación de este producto esencial en la industria y atiza aún más la inflación

Trabajadores descargan frutas de palma de un camión en una plantación en Indonesia
Trabajadores descargan frutas de palma de un camión en una plantación en IndonesiaHOTLI SIMANJUNTAKAgencia EFE

Indonesia, el mayor productor mundial de aceite de palma, anunció el viernes el veto a las exportaciones de aceite de palma, en una medida drástica que atizará aún más la creciente inflación alimentaria mundial. La interrupción de los envíos del oleaginoso aumentará aún más los costes de los productores de alimentos envasados en todo el mundo, forzará a sus gobiernos a elegir entre utilizar aceites vegetales en los alimentos o en los biocombustibles, lo que puede poner contra las cuerdas la viabilidad de miles de empresas y millones de empleos.

Aproximadamente un tercio del aceite de palma importado por la Unión Europea se destina a la producción de biodiésel y el resto a la industria alimentaria y química. Su producción mundial está dominada por Indonesia y Malasia, que juntas suministran alrededor del 85% de todo el aceite, del cual entre el 20% y el 25% se exporta a la UE, incluidos países intermediarios. «El Gobierno prohibirá las exportaciones de productos crudos utilizados para cocinar y hornear desde el jueves 28 de abril hasta una fecha, que se determinará más adelante», declaró el presidente Joko Widodo.

El país sufre desde noviembre una escasez de aceite de palma refinado, el más utilizado para cocinar en el archipiélago del sudeste asiático, al favorecer los productores las exportaciones para beneficiarse de la subida de los precios mundiales del producto. El Ejecutivo está preocupado por el aumento de las tensiones sociales ante la subida de los precios de los alimentos y la escasez de los mismos. «Seguiremos supervisando y evaluando la aplicación de esta política para garantizar que el aceite de cocina en el país sea abundante y asequible», señaló el mandatario.

El estallido de la guerra en Ucrania, uno de los mayores graneros de Europa, ha provocado la irrupción en el flujo del comercio mundial, con precios disparados que amenazan a las cadenas productivas. Esta crisis se está sintiendo mundialmente, donde el aceite vegetal es un artículo doméstico esencial. La principal razón de que el precio del aceite de palma se haya disparado es la guerra ruso ucraniana. Ambos países son los mayores productores de aceite de girasol y soja y juntos producen el 80% de la demanda mundial. Pero con la interrupción del suministro desde el inicio de la guerra el 24 de febrero, el mundo se ha volcado en el sustituto más cercano, el aceite de palma. Y esto ha derivado en un aumento de la demanda global.

Por otra parte, y a nivel local, el intento de las autoridades indonesias de controlar los precios del aceite ha provocado un incremento del acaparamiento entre sus residentes. El Gobierno había fijado el precio del producto de marca. Al mismo tiempo, sólo se permitía a una persona adquirir dos litros a la vez y se ordenaba a los exportadores que vendieran el 30% de la producción en el mercado nacional. Pero los comerciantes se opusieron a la medida, y con ello se incrementó el acopio.

El organismo gubernamental de control de la competencia empresarial, el KPPU, asegura haber encontrado pruebas de prácticas fraudulentas detrás de la escasez y el aumento de los precios. A finales de febrero, la Policía encontró al menos tres almacenes que escondían más de 71.000 litros de aceite. Asimismo, la Fiscalía detuvo a un alto funcionario del Ministerio de Comercio por sospecha de corrupción y le acusó de haber concedido permisos de exportación a varios productores a pesar de que no habían cumplido su cuota de entrega en el mercado nacional. También capturó a funcionarios de tres grandes grupos productores, incluida una filial local del gigante singapurense Wilmar International.

El aceite de palma es un recurso indispensable omnipresente en los productos cotidianos y en la industria alimentaria, siendo su principal ventaja su bajo precio y su gran utilidad en comparación con otros aceites vegetales. Además, es eficaz para la producción de biodiésel, que ha adquirido una importancia creciente dado el papel de los combustibles fósiles en las emisiones de gases de efecto invernadero.

Sin embargo es una materia prima controvertida. El aumento de la demanda no sólo ha estimulado el crecimiento económico, sino que también ha aumentado la presión para convertir los bosques tropicales y las turberas en plantaciones de palma aceitera a pequeña y gran escala. Grandes áreas están amenazadas por la degradación y el cambio de uso del suelo. La reducción de los bosques tropicales afecta a la biodiversidad del país, que representa entre el 10% y el 15% de todas las plantas, mamíferos y aves del planeta.