Energía
El negocio internacional eleva el beneficio de Iberdrola hasta 1.058 millones
Gana un 3% pese a la fuerte caída de los ingresos en España. La compañía ratifica su previsión de beneficio neto para este ejercicio entre 4.000 y 4.200 millones de euros y un suelo del dividendo de 0,44 euros por acción
Los negocios internacionales impulsan las ganancias de Iberdrola en el primer trimestre del año hasta los 1.058,3 millones de euros, un 3% más que en el mismo periodo de 2021, a pesar del parón sufrido en el mercado español, cuyo beneficio cayó un 29%. El beneficio neto de Iberdrola España fue hasta marzo de 337 millones de euros -menos de un tercio del total del grupo-, “debido a los altos precios de la energía no trasladados a sus clientes a precio fijo con contratos acordados previamente”. Según los resultados comunicados por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el 80% de la energía vendida a sus clientes españoles de mercado libre la energía está a precios que se sitúan entre la mitad y un tercio inferior a los precios de la tarifa regulada.
En este contexto, la energética ha tirado de sus negocios globales -especialmente Estados Unidos y Brasil- para lograr un beneficio bruto de 2.950,9 millones de euros, con un aumento del 5%, que le permite a la compañía ratificar su previsión de beneficio neto para este ejercicio entre 4.000 y 4.200 millones de euros y un suelo del dividendo de 0,44 euros por acción. El consejo de administración propondrá en junta de accionistas la aprobación de un reparto de dividendo complementario correspondiente a 2021, de, al menos, 0,27 euros por acción, que se sumarán a los 0,17 euros por título abonados en concepto de dividendo a cuenta en febrero.
Así lo reconoce en la comunicación a la CNMV el presidente de la compañía, que destaca que a pesar de la incertidumbre regulatoria en España estas previsiones de crecimiento para 2022 se mantienen intactas gracias a cinco factores: “Los más de 3.800 megavatios (MW) de capacidad instalada adicional prevista para este año y los 4.000 millones de euros de inversión en redes que contribuirán al resultado de este ejercicio; el crecimiento adicional de Estados Unidos y Brasil por las inversiones; el positivo impacto de las divisas y la mejora de los márgenes del negocio minorista en Reino Unido”.
Por ello, Galán advierte de que la actual crisis en el mercado energético “demuestra la necesidad de acelerar la transición energética para alcanzar la autonomía energética en Europa y descarbonizar nuestra economía”. Para ello, ha vuelto a un toque de atención al Gobierno, al que ha vuelto a reclamar que “se necesitan soluciones basadas en el marco europeo y en un diálogo continuo entre los agentes y las administraciones”. Iberdrola recuerda que el 80% de la energía vendida a los clientes de mercado libre de Iberdrola está a precios que se sitúan entre la mitad y un tercio inferior a los precios de la tarifa regulada.
Pese a la inestable situación del mercado eléctrico español, el grupo ha seguido mejorado su solidez financiera en el primer trimestre gracias a la generación del flujo de caja operativo, que ha crecido un 32%, hasta los 3.005 millones de euros. Su liquidez supera en la actualidad los 21.000 millones de euros, que cubren las necesidades de financiación de 22 meses. Los ingresos ascendieron a 12.150 millones, un 20,4% más, y el gasto operativo creció un 9,8%, hasta los 1.151,3 millones, como consecuencia del crecimiento del grupo.
Así, la compañía que preside Sánchez Galán ha logrado mantener un crecimiento estable en la mayoría de áreas de negocio pese a que la producción de energía y clientes cayó un 6,8%, hasta los 1.360 millones de euros, afectado principalmente por los altos precios de la energía, la baja producción renovable y la parada no programada de la planta nuclear de Cofrentes -ya solucionada-, que forzaron a la compra de energía en el mercado de casi 4,5 teravatios (TWh). Sin embargo, el área de redes creció un 20% en este periodo, hasta los 1.587 millones de euros, gracias a la inversión de casi 800 millones de euros. Estados Unidos y Brasil aportan conjuntamente el 64% de la inversión, mientras que el 36% restante se quedó en España y Reino Unido.
Pese a esta situación, la energética ha mantenido en alza el capítulo de inversiones, que superaron los 2.100 millones de euros en el primer trimestre y casi los 10.000 millones en los últimos doce meses. El 91% se destinaron a la nueva capacidad renovable y a redes inteligentes, de los que el 80% se ha dirigido a mercados internacionales, destacando Estados Unidos (32%), Brasil (18%), Reino Unido (15%) y otras áreas geográficas internacionales (14%).
Su apuesta por las renovables ha seguido la línea ascendente de los últimos años, con más de 1.121 millones de inversiones, lo que le ha permitido impulsar la instalación de 3.500 nuevos MW ‘verdes’ en los últimos 12 meses (1.218 fotovoltaicos, 1.136 MW eólicos terrestres, 998 hidroeléctricos y 111 MW de baterías) y alcanzar los 38.300 MW de capacidad renovable en todo el mundo. En la actualidad cuenta con 7.500 MW en construcción y una cartera de proyectos que asciende a 90.000 MW.
Una de las principales plataformas de crecimiento del grupo se encuentra en el desarrollo de la eólica marina, donde ya tiene 1.258 MW en operación. Durante el primer trimestre, la compañía ha alcanzado importantes hitos en esta tecnología, como la autorización para los 2.900 MW de East Anglia Hub en Reino Unido o los acuerdos de compraventa de energía para el parque de Commonwealth Wind en Massachusetts, Estados Unidos, que supondrá una inversión de 4.000 millones de euros con 1.232 MW. Gracias a los nuevos proyectos, Iberdrola tendrá en operación 7.000 MW eólicos marinos para 2027, de los que 2.600 MW están ya en construcción.
La compañía ha acelerado el desarrollo en las regiones con más ambición climática y marcos regulatorios más estables, como Estados Unidos -con más de 22.100 MW en cartera-, Reino Unido -15.400 MW- y otras áreas geográficas internacionales -con 24.800 MW- entre las que se incluyen países como Suecia, Alemania, Australia, Polonia o Japón.
La deuda neta ajustada se elevó hasta los 40.374 millones en marzo frente a los 39.119 millones de cierre de 2021. En un contexto inflacionista, la compañía cuenta con el 80% de su deuda financiada a tipo fijo.
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