Banca
La banca española mantiene congelada la petición de fondos al BCE al no necesitar liquidez
La deuda bancaria asciende a 289.689 millones de euros en mayo, la misma cuantía que en enero, febrero, marzo y abril
La banca española ya no necesita afrontar liquidez y ha congelado sus peticiones al Banco Central Europeo (BCE) por cuarto mes consecutivo. En concreto se ha mantenido casi invariable en 289.689 millones de euros en mayo, la misma cuantía que en enero, febrero, marzo y abril, pero un 0,13% inferior al registro de hace justo un año. Según los datos provisionales publicados por el Banco de España, estas cifras distan poco de las correspondientes al mismo mes de 2021, cuando las entidades nacionales pidieron 290.074 millones de euros al BCE, apenas 395 millones de diferencia.
Así, la petición bruta de los bancos residentes en España al instituto emisor representó en mayo el 13,17% del total del Eurosistema, en línea con la proporción de abril y por debajo del 13,74% registrado en mayo de 2021. En la misma línea, la petición bruta del conjunto del Eurosistema aumentó en apenas 15 millones de euros en el mes de mayo, hasta situarse en 2,199 billones de euros, una cantidad que vienen rondando desde el pasado octubre. Esta cifra es un 4,37% superior a la de un año antes. En cuanto a los programas de compra de activos, el saldo vivo se redujo ligeramente en mayo hasta los 616.410 millones, desde los 616.510 millones que quedaban en vigor en el mes anterior.
El volumen agregado de activos adquiridos en España en el marco de los distintos programas de compra de activos implementados desde 2009 por el BCE sumaba 616.418 millones de euros en mayo, un 0,01% menos que en abril y un 19,43% por encima del dato de un año antes. En el conjunto del Eurosistema, el importe agregado de las compras de activos alcanzó en el quinto mes de 2022 un total de 4,94 billones de euros, lo que implica un aumento del 0,82% en el mes y del 21,38% en el año. Según los datos del Banco de España, el volumen agregado de compras de activos en España representa un 12,47% del total correspondiente al balance consolidado del Eurosistema, frente al 12,56% de abril y el 12,66% de un año antes.
Además de la menor necesidad de liquidez, otra de las razones para no recurrir a más financiación por parte de las entidades es que esperan obtener más ingresos con la subida de los tipos de interés, lo que ocurrirá en julio por primera vez desde 2016. El BCE decidió la semana pasada comenzar la subida en 25 puntos básicos para frenar el fuerte incremento de la inflación por la guerra en Ucrania, y anunció que volverá a aumentarlos en septiembre si así lo aconsejan los datos. La entidad que preside Christine Lagarde también confirmó que el 1 de julio finalizará el programa de compras de deuda pública y privada de la zona del euro ante la escalada de los precios. En 2020 el BCE preveía normalizar su política monetaria, pero el estallido de la pandemia le llevó a volver a comprar deuda e inyectar más liquidez en el sistema, que las entidades querrán reducir al devolverle gran parte de los préstamos en junio, cuando la entidad deje de aplicar condiciones especiales muy ventajosas en las operaciones de refinanciación.
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