Macroeconomía

La Airef coloca la deuda pública en el 140% del PIB en 2040 pese a la bajada del déficit

“Unos tipos de interés más elevados generarán una mayor carga financiera que, de no ser compensada con algún ajuste, acabará impactando en la ratio de deuda”, advierte

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia CalviñoKiko HuescaAgencia EFE

La deuda pública no tendrá techo en dos décadas. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que la ratio de deuda sobre PIB retomará una senda ascendente a partir de 2025, que podría situarla entre el 125% y 140% del PIB en 2040, en un escenario en el que no se contemplen medidas para reducir el déficit estructural. Así lo determina el organismo fiscal en la actualización de su Observatorio de Deuda Pública, en el que advierte de que el “fuerte viraje” que se ha producido en las decisiones de los principales bancos centrales de todo el mundo han marcado las nuevas condiciones de financiación y la sostenibilidad de la deuda, que se está traduciendo en importantes repuntes en las rentabilidades de la deuda soberana a nivel global.

“Unos tipos de interés más elevados generarán una mayor carga financiera que, de no ser compensada con algún ajuste, acabará impactando en la ratio de deuda”, ha advertido el organismo independiente, que señala que el deterioro de las condiciones de financiación se acabará trasladando de manera gradual al déficit y a la deuda, pese a que a corto plazo prevé una disminución de la deuda pública desde el 117,7% del PIB actual al 108,8% en 2025. Las simulaciones muestran que una carga financiera entre 1,3 y 1,8 puntos superior implican entre 12 y 16 puntos de incremento en la ratio de deuda en 2040.

Las proyecciones de AIReF dibujan una dinámica desfavorable de la ratio de deuda a medio y largo plazo bajo un escenario a políticas constantes. Respecto al nivel previo de la pandemia, la ratio de deuda ha aumentado 19,4 puntos. El PIB, denominador de la ratio, ya ha dejado de contribuir negativamente en el incremento experimentado por la pandemia, siendo el déficit público el causante de casi toda la variación. Bajo las previsiones macro-fiscales elaboradas por la AIReF para la evaluación del Programa de Estabilidad se proyecta una disminución en la ratio de deuda sobre PIB de 9,6 puntos en los próximos cuatro años, hasta situarla en el 108,8% en 2025.

Eso sí, la AIReF advierte de que, una vez que finalice el impulso del crecimiento como consecuencia del rebote de la actividad tras el parón de la pandemia, la ratio de deuda sobre PIB retomará una senda ascendente bajo la hipótesis de un escenario sin cambio de políticas, hasta alcanzar la posibilidad de ese 140% del PIB.

La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero
La presidenta de la AIReF, Cristina HerreroAPIEAPIE

La mayor parte de la reducción de la ratio de deuda (7,2 de los 9,6 puntos de reducción previstos hasta 2025) tiene lugar en los dos primeros años, coincidiendo con el fuerte crecimiento nominal de la economía, mientras que a partir del tercero año la AIReF proyecta cierta estabilización. Según sus estimaciones, el déficit público seguirá contribuyendo de manera significativa al incremento de la deuda, con una carga financiera que irá aumentando en términos absolutos, pero que permanecerá estable en relación con el PIB debido su fuerte incremento nominal.

Respecto al escenario de la Actualización del Programa de Estabilidad (APE), el organismo estima que un incremento del tipo medio de emisión de 100 puntos básicos elevaría tres décimas la previsión del tipo implícito (hasta el 2,2% en 2025), cuatro décimas de PIB la carga financiera (hasta el 2,4%) y siete décimas la ratio de deuda. “La finalización de los programas de compras del Banco Central Europeo y la futura, aunque lejana, reducción de la deuda soberana del balance del banco central supone un reto importante para la rentabilidad de la deuda española al exigir el regreso de buena parte de la base inversora, principalmente la residente, que se ha visto desplazada durante los últimos años”.