Tu economía

Desafiante Ribera

La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, durante el bautizo de la plataforma eólica marina flotante DemoSATH en Punta Sollana, a 20 de julio de 2022, en Bilbao, País Vasco (España). Se trata de una plataforma que abarca 2.000 metros cuadrados, 30 metros de manga y 68 metros de eslora sobre la que se va a instalar el primer aerogenerador flotante conectado a la red eléctrica española. El proyecto ha conseguido prefabricar las piezas, ensamblarlas para formar tanto la plataforma como el aerogenerador con el que se espera sortear el problema de los fondos marinos de Euskadi y poder instalar parques de eólica offshore en la comunidad autónoma.20 JULIO 2022;BILBAO;TERESA RIVERA;PLATAFORMA MARINA FLOTANTEH.Bilbao / Europa Press20/07/2022
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, durante el bautizo de la plataforma eólica marina flotante DemoSATH en Punta Sollana, a 20 de julio de 2022, en Bilbao, País Vasco (España). Se trata de una plataforma que abarca 2.000 metros cuadrados, 30 metros de manga y 68 metros de eslora sobre la que se va a instalar el primer aerogenerador flotante conectado a la red eléctrica española. El proyecto ha conseguido prefabricar las piezas, ensamblarlas para formar tanto la plataforma como el aerogenerador con el que se espera sortear el problema de los fondos marinos de Euskadi y poder instalar parques de eólica offshore en la comunidad autónoma.20 JULIO 2022;BILBAO;TERESA RIVERA;PLATAFORMA MARINA FLOTANTEH.Bilbao / Europa Press20/07/2022H.BilbaoEuropa Press

Ha llamado la atención el tono desafiante de la vicepresidenta Ribera advirtiendo a la Comisión Europea que “pase lo que pase, las familias españolas no van a sufrir cortes de gas ni de luz en sus casas”. Atrevida afirmación, de esas que hacen época, como aquella otra de la misma ministra cuando aseveró con contundencia que “el diésel tiene los días contados”. Verdad que cada vez cuesta más caro llenar el depósito con gasóleo, pero también que sucede igual con la gasolina. Desde que dijo aquello, hace ya cuatro años, han pasado más de 1.500 días y aún queda diésel para rato. Eso sí, las crisis que sus palabras provocaron en el mercado automovilístico fue inenarrable.

Tal vez por eso mismo destaca tanto que Ribera le diga a Úrsula Von der Leyen que en España no vamos a cumplir el plan de Bruselas para reducir el consumo de gas un 15 por ciento desde el próximo 1 de agosto. Es correcto mantener que nosotros tenemos suficiente almacenado, y no como Alemania o Bélgica, que dependen de Rusia. Pero afirmación tan categórica nunca se debería hacer, pues quién sabe el escenario en el que nos podemos encontrar mañana. Por ejemplo: la extensión impensable (pero no imposible) del conflicto de Ucrania a otros países haría saltar por los aires todos los planes de ahorro energético de la mayoría de las naciones europeas, incluida España.

Es bueno que Ribera defienda sus posiciones. Y está bien que advirtamos de que no se pueden tomar medidas sin debate. Pero no hemos hecho todos los deberes, como dice. Especialmente en Argelia.