Díaz cambia de rumbo y propone ahora una cesta semanal de “precios congelados”

El plan de Yolanda Díaz de topar el precio de los alimentos básicos parece haberse quedado en otra nueva ocurrencia de la parte de Podemos en el Gobierno. El frontal rechazo de productores y distribuidores al “intervencionismo” de los mercados y las reprobaciones públicas de ministros como María Jesús Montero y Luis Planas han forzado a la ministra de Trabajo a dar marcha atrás o, al menos, a replantearse su propuesta que le proporcione un atisbo de viabilidad.

Ahora, Yolanda Díaz apuesta por negociar con la gran distribución una cesta de la compra de productos básicos con precios “congelados” o “limitados” durante una semana. En dicha cesta deben incluirse proteínas y frescos (pescado, carne, fruta, huevos y hortalizas), productos para celiacos y estar disponible para las familias al menos hasta después de Navidades y ser asequible y con productos de calidad. Esta nueva propuesta la ha lanzado tras reunirse con el director ejecutivo de Carrefour España, Alexandre de Palmas, que esta semana ha dado un paso adelante con su anunciada cesta de 30 productos básicos a 30 euros, que provocó la llamada inmediata de Díaz.

“Esta cesta básica de la compra debe rotar semanalmente para que la dieta sea variada y sana. Por eso debería articularse también una cesta específica para celiacos”, incidió la vicepresidenta, que abrió definitivamente el cauce de la negociación con el sector que lancen esta cesta “a costa de sus márgenes empresariales” y no a cuenta de los productores y del pequeño comercio. Los agricultores ya habían rechazaron el primer envite de Díaz porque “castiga al que más sufre los precios percibidos por los productos y la subida de costes”, y los comerciantes temen perder aún más clientela al ser incapaces de competir con los precios de las grandes superficies. Díaz quiso aclarar que esta “cesta de precios congelados” no es una propuesta que vaya enfocada hacia el pequeño comercio porque sabemos que “no tiene capacidad” para asumir el coste.

Pero esta nueva proposición de la titular de Trabajo sigue sin convencer a los pesos pesados socialistas del Gobierno. El Ministerio de Asuntos Económicos, capitaneado por Nadia Calviño, dejó claro su rechazo a este nuevo plan de control de precios porque “se debe dejar funcionar a la competencia en el mercado en lugar de ponerse de acuerdo con grandes distribuidoras para fijar precios en productos básicos de la cesta de la compra”. Inciden en que lo importante es que “los márgenes de las empresas se mantengan estables” y que “funcione la competencia para que, a través de una mayor estabilidad en los costes que se están percibiendo, la inflación pueda bajar”. Por eso, abogan por “no contribuir al complejo escenario actual con decisiones que pueden parecer que tienen un sentido a corto plazo, pero que a medio y largo plazo dañan a la empresa y a la economía”.

Díaz no parece darse por aludida y volvió a aferrarse al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para defender sus tesis, ya que asegura tener su apoyo y, “como saben, el presidente es quien dirige el Gobierno de España”. También quiso desmontar a quienes la acusan de asumir competencias que no le corresponden. “Los bolsillos de los ciudadanos competen a todo el Gobierno”, sentenció.